Por el arte contemporáneo continental

Por el arte contemporáneo continental

Cinco lugares de exposición confieren a la FIACI -Feria Internacional de Arte Contemporáneo Iberoamericano– una vigencia excepcional, tanto por esta ubicación multiplicada como por una duración de varias semanas. La riqueza de las obras presentadas, a la cual no estamos acostumbrados aquí, debería fomentar un movimiento de visitantes abundantes y sorprendidos. Será el acontecimiento del año: hay que aprovecharlo cuando la actualidad es tan escasa en muestras del exterior, hasta en colectivas del mejor arte contemporáneo dominicano. Más allá de una Feria de Arte – siempre muy breve y “poblada” de galerías-, es una inmensa y plural exposición, que exalta a los artistas y sus creatividades respectivas, pero con una exigencia cualitativa de materiales, de estética y de técnica. Componentes fuera de lo común, pues, si sobran obras magistrales, no hay una sola pieza, dudosa y a descartar. ¡No suele suceder, en las metrópolis aún!

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Circuito de arte y hazaña organizativa

Es más, quienes disponen de un día libre o quieren dedicar al arte un fin de semana, contando evidentemente con facilidad de transporte, pueden establecer un circuito –Centro Cultural Banreservas, Palacio de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno, Arte San Ramón, sin olvidar el Centro León en otro periplo.

Sin embargo, ante esta diversidad, no faltan los que prefieren descubrir y observar “al paso”. Sobre todo, porque la FIACI propone esculturas, pinturas, instalaciones, dibujos, fotos, videos, si nos referimos a las categorías expuestas en un extraordinario conjunto, tan bien seleccionado como claramente montado. Los artistas dominicanos están juntos con sus pares de América Latina y Europa, disponiendo de un verdadero sitial, hasta tener el privilegio de (casi) pequeñas muestras individuales… y aun de exponer en dos lugares.

Al no estar involucrados en las interioridades de la FIACI, ni en su organización, expresamos “sin rubor” nuestra íntima convicción de un nivel estupendo. Años transcurrirán – si la FIACI no se repite igual –antes de que Santo Domingo juegue un papel tan importante de dinamización internacional y de plaza de arte a nivel regional.

Trabajo, carácter, experiencia

Después de disfrutar en Banreservas el homenaje a seis grandes fallecidos, si las colectivas presentadas en Arte San Ramón y en el Palacio de Bellas Artes nos habían encantado, la ambiciosa cohesión de talentos –a veces incomparables-, desplegada en el Museo de Arte Moderno, agregó emoción a la fascinación. Y es casi una “demostración” de arte colombiano…

Para llegar a este resultado, equipos competentes se han afanado durante varias semanas. Muchos son los nombres, con méritos indiscutibles, tanto de personalidades conocidas como de trabajadores anónimos… Y lo que explica esa realización insólita, es que no han faltado generosos patrocinadores: ellos habían percibido el alcance de la empresa artística y de una operación de prestigio.

Ahora bien, un proverbio, antiguo y siempre válido, reza que “la fortuna sonríe a los audaces”. Vale para Luz Botero, cuyo origen y experticia la sitúa entre Colombia y Panamá. Ella ha sabido conquistar la República Dominicana en el difícil campo del arte, pero no basta asumir riesgos y tener energía de sobra.

Esa conquista se fundamenta en la experiencia, los conocimientos, las relaciones profesionales y personales, a ambos niveles, nacional e internacional, Colombia encabezando el arte del continente, del dibujo y la pintura a la escultura.

Se ponen en evidencia investigación, información, criterio propio de exigencia, y dominio del derecho de autor.

Una primera apreciación global

Nos limitamos hoy a una impresión y apreciación general, expresando alegría por la invitación directa a los artistas y, para quienes fallecieron –pocos-, a sus representantes. La FIACI privilegia el arte contemporáneo vivo, pero nos permitimos mencionar a Edgar Negret, inmenso maestro colombiano del dinamismo tridimensional, ido en 2012, cuyas esculturas admiramos en Arte San Ramón, la Galería Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno, ¡una verdadera “exclusiva”!

Las ferias de arte se caracterizan, aparte de una creciente y bienvenida preocupación teórica, por ser manifestaciones de galerías que exhiben y proponen a la venta sus artistas, en “estands”, más o menos extensos según sus medios y su reputación. La FIACI difiere totalmente de esta definición… y casi tiene ambiciones museográficas. Suponemos, sin embargo, que hubo contactos y tal vez contratos en aquella dimensión. La creación no es sinónimo de la abstracción, en sentido general…

Próximamente haremos un recorrido crítico por la FIACI: nuestro texto se dedicará a la magna exposición, a los expositores y a las obras. No obstante, debemos señalar que las obras hoy reproducidas están en el Palacio de Bellas Artes. (continuará).

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