El Gobernador del Banco Central informó que el PIB creció 7.1% en el tercer trimestre del 2015, acumulado 6.7% en los primeros nueve meses del año, de los más altos de América Latina. La experiencia indica que el crecimiento económico depende y mucho de actividades cíclicas, como construcción, turismo, remesas y zonas francas, también de lo que suceda en los Estados Unidos.
De donde se desprende, todavía no hay datos, que el motor del crecimiento debió ser el consumo de alimentos, bebidas, productos duraderos, combustibles y otros, equivalentes a 87% del PIB. No obstante el salario seguir estancado en el poder adquisitivo de la década de los noventa, y que ha perdido peso en el conjunto de la economía a favor del excedente de explotación de las empresas y los impuestos.
Una lectura de los datos, mientras la mayoría de países latinoamericanos están en recesión o crecen poco, República Dominicana acelera en el ciclo económico positivo. Dicho de otra manera, por los beneficios que derrama la recuperación de Estados Unidos y la caída del petróleo, resistimos la turbulencia de la economía global.
Deben evaluarse considerando el contexto mundial, recientemente, para el 2015, el FMI pronosticó la peor cifra de crecimiento global de los últimos seis años, por la pobre recuperación de los países desarrollados, los emergentes con crecimiento declinante desde hace cinco años, y América Latina con la peor situación, por su dependencia de las materias primas y las exportaciones a China. El pronóstico para la Región es que retrocederá un 0.3% en 2015, peor que en julio, cuando estimó un aumento de 0.5%.
Como avanzamos y la mayoría de los países del área retroceden, se impone usar el aumento del valor de la producción total del país y por habitante para reducir la deuda pública, política que debería mantenerse mientras dure el ciclo positivo, por los riesgos que no son pocos. China podría contagiar a los Estados Unidos, en ese caso habría desaceleración global, la Reserva Federal podría aumentar los intereses, cambiando el sentido del flujo de capitales, y existe la posibilidad de que suba el petróleo.
Lo que planteo es actuar diferente a lo que estamos haciendo, la deuda aumenta por mantener la política deficitaria del presupuesto. Es que debemos prepararnos, para cuando cambie el ciclo, sucederá temprano o tarde, para evitar ajustes dramáticos y créditos del FMI. Si no lo estamos los shocks externos, alimentados internamente por tipos de interés más altos, reducción del crédito privado, inflación sobre el límite de la meta y reducción del gasto público, podrían dar lugar a un proceso de retroceso con aumento de la pobreza.
Además, la política de reducción de la deuda liberaría recursos públicos para que el Estado pueda cambiar la tendencia negativa de la inequidad que ha acompañado el crecimiento de la economía. El francés Thomás Piketty, en “El Capital en el siglo XXI”, sostiene que la desigualdad aumenta cuando la tasa de acumulación de capital crece más rápido que la economía. Hay que investigarlo, parece es el caso dominicano, como dije el salario ha estado perdiendo participación y la ha ganado el excedente de explotación de las empresas. El crecimiento llega a la población con empleos y salarios dignos.