Por el éxito de la convención

Por el éxito de la convención

En este significativo día para la democracia dominicana, cientos de miles de ciudadanos están llamados a escoger al candidato presidencial del partido político  de mayor votación individual en el 2010: el Partido Revolucionario Dominicano. Para el país es  de mucha  importancia que la consulta interna de esta organización política cumpla sus objetivos sin tropiezos y sin traumas ni dudas posteriores. Y aun cuando pareciera pedir demasiado, debe aspirarse a que los perredeístas ofrezcan un  contundente ejemplo de capacidad para superar diferencias  inter  partidarias preservando un clima de paz y respeto.  Que sean capaces de comportarse con lealtad a sus principios para dejar    atrás posiciones encontradas, a veces muy cerradas,  que han caracterizado sus conflictos.

Por obra de la sensatez y madurez de sus líderes, el PRD debe salir airoso y reunificado de esta convención precedida de agrias descalificaciones entre las partes  y de una guerra de encuestas. Más allá de suponer que de la consulta electoral a celebrarse hoy dependen el futuro y las posibilidades de triunfo del Partido Blanco en el año 2012,  nos inclinamos a  suponer que   a los  hechos que van a verse hoy se subordina también  la buena marcha del sistema electoral dominicano como un todo, carente de leyes que garanticen equidad y limpieza y sobre el cual además mucho  conviene que graviten opciones de amplio y demostrado respaldo ciudadano.

Nuestro pesar por María Ugarte

Con el fallecimiento de doña María Ugarte, reconocida periodista, escritora, historiadora y promotora cultural, la República Dominicana ve desaparecer  físicamente a una meritísima hija adoptiva; de alguien que sintió y sirvió a este país como si hubiera nacido aquí y no en Segovia, España. Es difícil reflejar en el corto espacio de un comentario el pleno alcance de la extraordinaria carrera de Doña María en nuestro  ámbito.

Tras su deceso y la entrega de sus restos mortales a la última morada,  queda  al menos la certeza de que la sociedad dominicana rindió en distintas épocas diversos y muy merecidos reconocimientos a esta excelente mujer  de la cultura y el arte, incluyendo el Premio Nacional de Literatura 2006, máximo galardón de su especie. A ello se sumaron la admiración y respeto de quienes  la trataron día a día.  Paz a sus restos y sentidas condolencias a sus descendientes.

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