Por el PRM, la Convergencia y Luis Abinader

Por el PRM, la Convergencia y Luis Abinader

Esta es la posición de muchos dirigentes del PRM ante su proceso convencional. A un año de las próximas elecciones presidenciales, congresuales y municipales, el país entra de lleno en las definiciones previas a la campaña electoral, tanto en lo referente a los frentes partidarios como a los candidatos que serán los principales contendores de esa contienda comicial, de la que dependerá el destino de la nación.

Así, por un lado se definirá el frente de los ultraconservadores del PLD y sus aliados, ahítos de poder y dinero mal habido, con dos caudillos enfrentados momentáneamente: uno con Leonel Fernández, secuestrario de las “Altas Cortes”, y de la partidocracia, que dice defender una Constitución violada constantemente; y Danilo Medina, que dice hacer las cosas bien, y se diferencia en la forma del primero, mientras mantiene la impunidad, el endeudamiento y la corrupción galopante, que ha enriquecido a los dirigentes del PLD, a costa de la miseria del pueblo e hipotecando a las generaciones futuras.

Del otro lado está la ciudadanía, la sociedad civil organizada, el Partido Revolucionario Moderno y otros partidos, dirigentes comunitarios, profesionales y técnicos, que padecen los efectos de una crisis que se ahonda cada día, producto del desempleo, bajos salarios, déficits crecientes en servicios de salud, educación, agua potable, vivienda y transporte; acompañados de corrupción, violencia, criminalidad, impunidad y deterioro del medio ambiente. Todos están llamados a constituir un gran frente opositor que integre a las masas populares y a los ciudadanos más capacitados, para establecer un gobierno de amplia representatividad, calidad técnica y moral, que pueda resolver los ingentes problemas que afectan a la sociedad dominicana.

Al presidente Hipólito Mejía la tarea de asumir la dirección máxima del PRM, para que éste cumpla a cabalidad su misión de aglutinar a todas las fuerzas de la nación, y así demostrar su hombría de bien, así como participar con sus mujeres y hombres en el próximo gobierno, no obstante los intentos de satanizarlo con acusaciones injustificadas. A Hipólito le corresponde ser el primero en apoyar la candidatura presidencial de Luis Abinader, un brillante profesional, académico y empresario, conectado con los jóvenes, conocedor de los complejos problemas de la sociedad, básicamente urbana, que vivimos.

Abinader, consciente de que debe generar amplios espacios para las mujeres y los jóvenes valores de todos los sectores dominicanos, escuchando también las voces de la experiencia, está en condiciones de incorporar a todos los que tengan algo que aportar, para hacer el gobierno que el país se merece, incluyendo a los del Partido en el poder; pero dándole oportunidad a los millares de dominicanos que han sido marginados por la maquinaria político-económica del PLD.

Luis está preparado para desplazar al modelo peledeísta, parasitario, excluyente y generador de miseria colectiva, por otro que privilegie el trabajo productivo, y mejore sustancialmente la calidad de vida de los dominicanos.

 

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