FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS 
Nuestro país heredó del régimen anterior una crisis económica y moral de la que, a mi juicio, de seguir como vamos jamás va a salir. Los miles de millones de dólares que tomó prestados el desgobierno de Hipólito Mejía no hay forma de pagarlos. Júntelos a los que está tomando el gobierno de Leonel Fernández, y verá lo que digo.  Dicho en claro y sencillo castellano, ¡no se está haciendo nada por rebajar el gasto público! La política no lo permite, porque de hacer tal cosa se pierden votos. Y, además, se siguen haciendo préstamos “a troche y moche”, pagando el petróleo carísimo, viajes al extranjero por docenas, comprando jepeetas para los funcionarios y, un montón de etcéteras más. Sin embargo, hay algo que sí se puede hacer para salir del fango heredado y aumentado en el último año.

Tenemos quizás el Congreso Nacional más caro de América Latina. ¿Que cuánto gana un diputado o un senador ahora? Palabra de honor que no lo sé. En mis tiempos de reportero estuve 20 años cubriendo para el Listín Diario la Cámara de Diputados. Cada legislador ganaba entonces RD$500.00 mensuales. Luego de los “doce años”, llegó al poder don Antonio Guzmán Fernández y Hatuey de Camps, como presidente de la Cámara Baja, aumentó a RD$1,000.00 el salario. Luego se pasó a RD$2,000.00…

Me dicen que lo que gana un legislador no es simplemente el cheque reglamentario, sino que casi todos disfrutan de una (y hasta más de una) ONG que, supuestamente, debe ser para invertirla en obras en las respectivas provincias de diputados y senadores. Eso, sin contar con la “generosidad” del “hombre del maletín.”

Actualmente, ¿cuál es la labor del Congreso Nacional? Fácil, hacerle la vida imposible al Presidente de la República, ya que la mayoría de los legisladores pertenece a la oposición. Entonces solo hay una cosa que se puede y se debe hacer: un gobierno unicameral.

Dicho de otra manera, un Senado con todas las de la ley, compuesto por lo mejor de cada partido, de cada provincia. Alguien que sea honra y prez para el Senado y no una vergüenza.

Lo que se ahorraría el Gobierno sería una cifra impresionante. Y eso es tocando solo lo económico. En lo legislativo, los proyectos de leyes positivas para el pueblo pasarían sin mayores problemas.

Actualmente hay un grupo de diputados, integrado por miembros de los tres partidos políticos, que aspira a crear… ¡cinco provincias más ! Dios mío, o es una locura o una aberración.

¿Saben lo que significarían cinco provincias más? Comenzando, cinco gobernadores, cinco senadores, por lo menos diez diputados, cinco síndicos, cinco presidentes de Ayuntamientos, un montón de regidores y decenas de empleados administrativos, sin contar con los peones de la limpieza y sus respectivos capataces. Sencillamente, un dispendio enorme para el país. Y yo lo diría más contundentemente aún, un sacrificio fabuloso para el pueblo, que pagaría por la ambición de un grupo de gente que sin “bajar el lomo” se gana la millonada. Pero, ¿se atrevería este gobierno tomar esta medida? Sinceramente, no lo creo. Solo con pensar que a pesar de haber pasado más de un año de estar Leonel Fernández en el poder no hay uno solo de los que quebraron este país presos, me hace pensar que todo seguirá igual o peor. Por eso, y por otras cosas parecidas, cada día creo más en que este país necesita alguien con puño de hierro, que simplemente haga aplicar las leyes que existen. Con eso bastaría para eliminar la corrupción, la delincuencia, el tráfico de drogas, los crímenes que se quedan sin sanción, y un montón de barbaridades más.

Sí, un puño de hierro que haga respetar la ley por encima de cualquier pretexto. Y que no me vengan con que tal cosa sería una dictadura, porque cumplir la ley y hacerla cumplir son requisitos básicos de la democracia.

Mientras no hagamos lo que tengamos que hacer, iremos retrocediendo, y no lentamente. Y llegará el día en que esta isla será un desierto  poblado de gente sin futuro y de delincuentes de “todos los cuellos”.

Ahora, se necesita el “material colgante” necesario para hacer lo que propongo. Pero eso sí, ¡que quede constancia de que lo he propuesto yo y nadie más, aunque espero que mucha gente consciente acepte mi idea y la siga! Por el futuro del país y de la familia dominicana decente.