Por el rescate del joven marginado

Por el rescate del joven marginado

La marginación que padecen cientos de miles de jóvenes dominicanos es fertilizante efectivo para el fomento de las malas artes. El vicio, la delincuencia, la vagancia y el desencanto por la falta de oportunidades colocan a la juventud en un derrotero lleno de agravios, primero personales, más adelante familiares, y final e inexorablemente sociales. En ese ambiente puede morir la vocación por el estudio y se atrofia gravemente el espíritu emprendedor.

Por fortuna, hay voces idóneas que se levantan para exigir del Estado políticas sociales específicas y definidas que beneficien al joven. Los sacerdotes católicos Carlos Piantini, Abraham Apolinario, José Luis Hernández, Juan Bautista, Aquiles Ozuna y Antonio Méndez condenan la marginación y proponen la creación de fuentes de trabajo, centros de enseñanza vocacional y otras alternativas que permitan alejar a los jóvenes de las malas artes.

Cada muchacho sin trabajo, sin estímulo para el estudio y sin una mano solidaria que le permita impulsar sus inspiraciones emprendedoras, es una víctima potencial de los vicios, la delincuencia, la depresión y un sentimiento de abandono que nada bueno germina. Hay que hacerle caso a la prédica de estos sacerdotes y tantos otros que se preocupan por el porvenir incierto que la marginación moldea para tantos jóvenes con mucha utilidad por aportar al país.

HAITÍ, CINCO AÑOS DESPUÉS 

A casi cinco años del devastador terremoto que sacudió Puerto Príncipe el 12 de enero de 2010, las huellas de la tragedia siguen reflejadas, casi intactas, en miles de familias desprovistas de hogar, servicios básicos y fuentes de ingresos que les permitan subsistir como humanos. La ayuda internacional ni la iniciativa del Estado haitiano han roto la inercia de la desgracia natural que provocó cientos de miles de muertos y desplazados.

La reconstrucción de Haití sigue siendo el sueño que habría de desplazar la pesadilla dejada por la naturaleza. Los grandes amigos de Haití solo han aparecido para darse lustre mediático con la pobreza extrema y demás problemas sociales que mantienen a los haitianos en la condición de humanos más pobres del hemisferio. El pueblo haitiano merece una suerte más digna.

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