Por el resurgir de Puerto Plata

Por el resurgir de Puerto Plata

La primera gran marcha hacia el desarrollo del turismo tomó cuerpo en la Costa Atlántica, acogedora, tropical y con núcleos empresariales inspirados. Durante un largo tiempo brilló como destino predilecto. Pero hoy Puerto Plata está impactada por una crisis global agudizada seguramente por factores locales a diferencia de otras regiones del país como el Este, que no han sufrido un descenso significativo del flujo de de visitantes desde diferentes partes del mundo. En Punta Cana y Bávaro, el futuro inmediato se percibe con optimismo.

Ha llegado la hora de pasar revista a la realidad del polo turístico del litoral septentrional dominicano. Así reclaman la nación y el sector de la prensa especializada. Ver punto a punto lo hecho, o dejado de hacer, hasta ahora y desentrañar las causas del decaimiento. Las circunstancias demandan auto críticas, no solo de inversionistas sino también de autoridades y de sus  políticas de sostenimiento a la principal fuente de divisas. Parte de la acción a ejecutar tiene que ver con la promoción en grande de lo que siempre se vendió como sitios ideales para vacacionar y que garantizaban la permanencia de Puerto Plata en las rutas de los flujos importantes de viajeros procedentes de Norteamérica y Europa. Hay que lograr que este destino turístico sea visto como lugar de total seguridad y de condiciones hospitalarias en todos los órdenes.

Mantenimiento como eufemismo

El  consumidor responsable  que paga  religiosamente la electricidad que recibe quisiera creer en la excusa de “trabajos técnicos” para mejorar el servicio con que las Edes explican las interrupciones masivas  del servicio de energía que se repiten sin cesar. Pero las propias autoridades del ramo son las que declaran paralelamente, y en referencia a otros aspectos del negocio, que el país sufre un atraso permanente en sus objetivos de renovación y rehabilitación de líneas y redes porque los déficits de flujos de caja por falta de pago de usuarios, fraudes y  agudos  atrasos de subsidios, del Estado descapitalizan a los agentes.

El mantenimiento en cuestión tiene ribetes de cuento de camino. la CDEEE y las Edes han sufrido cambios bruscos, de lo público a lo privado y luego de lo privado a lo público; pero mucho en lo fundamental  sigue igual, incluyendo la costumbre  de apelar al “mantenimiento” de las apariencias en desmedro de la realidad.

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