Andamos como chivo sin ley, desorientados, por caminos equivocados. Nada de extrañar la renuncia del expresidente Leonel Fernández de la presidencia de su partido y la designación de su sucesor Temístocles Montas, quien confesara que el dinero mal habido de Odebrecht por él recibido fue utilizado para “financiar la campaña del Presidente Danilo Medina.”
El desmadre de las primarias. Hubo de todo, menos transparencia, disciplina, orden y eficiencia. La proclama como ganador de Gonzalo Castillo, del delfín de su rival, produjo la predecible derrota y división definitiva del PLD, pudiendo evitarse si los dos líderes de bandos contrarios, borrachos de encono y ambiciones personales, siendo más razonables, hubiesen tomado otro sendero escogiendo a la Licda. Margarita Cedeño, vicepresidente de la República y esposa de Leonel Fernández, que les garantizaba, agradecida, no solo la unidad del Partido, sino a uno y otro la impunidad de sus acciones responsables de la corrupción y desafueros cometidos durante sus respectivos gobiernos.
Frente a su predecible fracaso (papeleta mató a menú) si el expresidente Leonel Fernández, mejor orientado tras renunciar de su partido para fundar uno nuevo, hubiera decidido darle su apoyo a su Margarita, evitaría lo indeseable: un nuevo impase ante la pretendida legalidad o ilegitimidad de sus nuevas aspiraciones que tendrá que pronunciarse la JCE, lo que dará motivo a que cual que sea su decisión será impugnada ante uno y otro tribunal especializado lo que crearía un maremoto que pondría en peligro las venideras elecciones generales y peor aún un clima de mayor inestabilidad con grave perjuicio para la nación.
Otro problema habrá de presentarse cuando la JCE tenga que decidir sobre la aceptación o rechazo de la postulación del “benemérito” Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del infame dictador Rafael Leónidas Trujillo, hijo de la inefable Angelita Trujillo y orgulloso de su estipe. Habiendo una ley que prohíbe la doble nacionalidad que ostenta el nieto y otra que proscribe al destierro de los Trujillo y sus familiares cercanos vinculados al sátrapa del Caribe, ojalá la JCE no se equivoque. Ayer soñé por primera vez con el Generalísimo, amable y risueño tendiéndome la mano. Lo menos que desea el pueblo dominicano es otro “trujillito” disfrazado de Jefe.
Otra pincelada. Un conocido diputado peledeísta declara, con conocimiento de causa, que “la interferencia telefónica de personas es práctica común por todos conocida” y confiesa, sin pudor alguno, que “él mismo ha pagado sumas de dinero interviniendo teléfonos medalaganariamente. Y lo dice tan campante como Johnnie Walker, haciendo tabla rasa de la Constitución y las leyes que garantizan el derecho a la intimidad, el honor y la dignidad de toda persona. Otro legislador, más encumbrado, se gasta el lujo de degustar bebidas exquisitas en el Estadio Quisqueya. Haciendo alarde de su poderío y bienestar económico, ordena apresar y meter en prisión al joven que, lleno de indignación, viendo cómo se gasta el dinero robado al pueblo, lo llama por su nombre: ¡corrupto!
Una última trastada: La presunta alianza de los partidos PRM/ LFP. ¿Más de lo mismo?