¡Por fin, Fredy Miller!

¡Por fin, Fredy Miller!

ÁNGELA PEÑA
Ya no se tejerán, tal vez, más fábulas sobre su desaparición misteriosa. No habrá que hurgar ansiosamente entre amarillentos papeles buscando sus escritos dispersos para definir su prosa y su poesía, explicar su posición política, descifrar su extraño final. Quizá tampoco será necesario consultar a los viejos bohemios compañeros de tragos y trabajo, de estudios y parrandas, de peñas literarias, de tangos y milongas, de playas y carites, de La Voz Dominicana y la HIZ.

Porque casi toda la vida y la obra de Fredy Miller ha sido contada y recogida en un libro precioso, voluminoso, cargado de evocaciones y nostalgias, con una impresionante galería de fotos que muestra casi todas las edades del genial crítico, creador de monólogos televisivos, periodista, narrador, poeta, autor del más popular de los poemas dominicanos: «¿Qué como estoy?»

Tenía que ser Jeannette Miller la responsable de recopilar toda la producción de su padre, recoger testimonios, ofrecer el atractivo álbum de familia y al mismo tiempo regalar el revelador perfil humano, literario, social, político, que sirve de presentación a «Fredy Miller, Realidad y Leyenda. Cuentos, poemas y otros textos», colección del Banco Central de la República Dominicana. Trae Almanaque literario de mi mundo, cuentos de 1946: Epístola, El curricanero, El lago de los patos, Reportaje de manicomio, La carta, Sussy, Merry Christmas, Seis brazos y La noche pensó en nosotros. Los poemas compendiados en Voces íntimas: Mariposa triste, Ruiseñor, Adiós, Canción de otoño, Poema del loco aburrido, Madrigal, Tú, Poema de sal a una mujer de paso, Masticador de sombras, Mañana, Presencia del dolor, Hasta más tarde, Abuelo, Canción cero, Azucena, Prólogo para un universo, ¿Qué como estoy?, Presagio, Canción Número 5, Mediodía, Buen viaje…

Los Cuentos Color Sepia, que también reproduce Jeannette, son los más conocidos. Pero hay otros textos inéditos: Curricán, Se nos murió el viejo, hermano; Tú y yo, Danza Negra, Negra Chiflá… Después, aparecen trabajos sobre la obra y el personaje escritos por Ramón Lacay Polanco, Rafael Damirón, Gustavo Guerrero, Rafael Villalona Pimentel, Adriano de la Rosa, Carmen de Gómez Mejía, Segundo A. Vásquez, Miguel D. Mena (autor de la introducción), Jimmy Sierra, Marcio Veloz Maggiolo, Ángela Hernández…

Fredy Miller no ha quedado como personaje carismático de su época. Gente muy joven leía entusiasmada lo poco que hasta ahora existía sobre él, muestra curiosidad por conocer su vida, tal vez intrigada por esa extraña noticia de su presunto regreso a la tierra en una nave extraterrestre, quizá impresionada por su valentía en el trujillato o identificada con el contenido de sus versos que circulan en su voz, obra de delirantes fanáticos que los han grabado sin fines comerciales. Esta excelente publicación de Jeannette Miller es el tesoro escrito que complementa su acento, tierno cuando expresaba: «Yo arroparé tus ojos con mis manos/ para que sea la noche»… Apasionado, inquisidor, en Celos: «Cuando un hombre te mira de ese modo/ cuando te envuelve una mirada de esas/ y sientes que resbala por tu cuerpo./ ¿Qué es lo que piensas?/ Di, ¿qué es lo que piensas?»

Despreciativo, cruel: «Me dices que te vas… Buen viaje./ Yo te encontré sin rumbo, con las velas caídas, / como una barca rota, sin brújula, sin norte, / como quien va muriendo sin que a nadie le importe, / con los ojos profundos y la ropa raída… / Yo te encontré mostrando las palmas de las manos; / esperando el regalo de la moneda pobre/ … y por mirar tus ojos –en vez de darte un cobre- / te di mi único resto de corazón humano… / De modo que me dejas y te vas… Buen viaje/ Volveré a ser el mismo solitario poeta/ que encontraste una vez, cuando usabas careta/ y llorabas de amor, de miseria y de ultraje… / Tendré que acostumbrarme a que te vas. Buen viaje…».

Publicaciones Relacionadas

Más leídas