CHICAGO, EEUU. AFP. El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, designó ayer a Hillary Clinton a la cabeza de la diplomacia de su gobierno, al anunciar a su equipo de seguridad nacional en el que Robert Gates, se mantendrá a cargo del Pentágono.  «Hillary Clinton tiene una inteligencia extraordinaria y una notable ética del trabajo», dijo Obama durante una conferencia de prensa en Chicago (Illinois, norte) al confirmar en el emblemático puesto a quien fue su rival durante una encarnizada campaña demócrata hacia la Casa Blanca.

Junto a Clinton, de 61 años, Obama designó a la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, como nueva secretaria de Seguridad, a Eric Holder como secretario de Justicia, al ex comandante de la OTAN James Jones como asesor en Seguridad Nacional, y mantuvo a Robert Gates en su cargo como secretario de Defensa.

«Los estadounidenses no sólo han pedido por un nuevo liderazgo en su país, sino que también han pedido renovar el lugar que Estados Unidos ocupa en el mundo», subrayó Clinton pocos minutos después de haber sido designada.

La tarea de Clinton no parece nada sencilla: deberá ejecutar el retiro de las tropas estadounidenses desplegadas en Irak y batallar contra el resurgimiento de la violencia de los talibanes en Afganistán. Pero sobre todo deberá ayudar a revertir la imagen de Estados Unidos en el mundo, mancillada durante los ocho años de gobierno del presidente George W. Bush.

El primer ministro israelí Ehud Olmert saludó la nominación de Hillary Clinton, a la que calificó de «amiga del Estado de Israel y del pueblo judío».

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, se mostró este lunes «feliz de poder trabajar» próximamente con ella.  Por su parte, los defensores de los derechos de los inmigrantes esperan que la experiencia de Napolitano a la cabeza del estado de Arizona, fronterizo con México, al que gobierna desde hace seis años, contribuyan a impulsar el debate.

Pero el contexto actual de crisis económica y financiera podría hacer que sea más difícil que nunca conseguir el apoyo en favor de los inmigrantes. Este asunto es tan sólo uno de los múltiples temas candentes que esperan a Napolitano cuando se encuentre a la cabeza del enorme departamento de la Seguridad Interior, creado después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 para prevenir entre otras cosas, un ataque terrorista.  En ese sentido Obama aseguró que su gobierno, que inicia el 20 de enero, asume «el compromiso total de eliminar la amenaza del terrorismo».

Hillary, una figura conocida en AL

WASHINGTON. AFP. Como primera dama estadounidense en los años 1990 o como senadora y líder del Partido Demócrata, la próxima secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, es una vieja conocida de América Latina, donde aún guarda prestigio, destacan analistas. «Debemos perseguir una diplomacia vigorosa con todos los instrumentos que podamos reunir para construir un futuro con más socios y menos adversarios», declaró en rueda de prensa Clinton, de 61 años, minutos después de ser designada por  Obama. 

Se trata de un esfuerzo para «renovar la posición de Estados Unidos en el mundo como una fuerza para el cambio positivo», añadió Clinton.  A partir del 20 de enero Clinton tendrá ante sí una larga serie de prioridades mundiales, y América Latina llega en un lugar bastantes discreto, coinciden los analistas.  Mientras tanto, la mejor política en la región sería contemporizar con los más vehementes, como el líder venezolano Hugo Chávez, y estimular las relaciones con los más importantes, como el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, agregan.  El nombramiento de Clinton «creo que va a ser ampliamente bien recibido en América Latina. La mayoría de los latinoamericanos tienen buenos recuerdos de los años Clinton», añade Michael Shifter, del Diálogo Interamericano.