¡Por fin! se construirá carretera Hato Mayor-Sabana de la Mar

¡Por fin! se construirá carretera Hato Mayor-Sabana de la Mar

Cuando se critica con justeza alguna obra y los aludidos responden positivamente a los planteamientos denunciados, se debe operar un sentimiento veraz de agradecimiento; no obstante, la acción prometida su ejecución no haya sido iniciada formalmente.
En nuestra entrega: “SOS, la carretera de Hato Mayor-Sabana de la Mar”, aparecida el sábado 25/05/19, resaltábamos el estado intransitable en que se encontraba esta importante vía, la cual era un anhelo de los moradores de las provincias de Hato Mayor y aleatoriamente de El Seibo. Sin embargo, también habíamos señalado que tal como ocurre en esta ocasión, el ministro de Obras Públicas anterior, ingeniero Díaz Rúa, la había prometido y sus intenciones quedaron truncas. Ojalá en esta ocasión, buenas intenciones del actual ministro, licenciado Gonzalo Castillo, no se queden en el tintero y se conviertan como, dicen los campesinos: “en buche y pluma no más”.
Sin ser hatomayorense, conozco bien las vicisitudes que se pasan cuando la vía que te conduce a una carretera troncal está colapsada al extremo, que cuando se vislumbraba un posible aguacero, había que montarse raudo en el vehículo, ya que los escasos catorce kilómetros que separaban la villa de Los Hidalgos y el Cruce de Guayacanes en la carretera Duarte, se tornaban sumamente peligrosos y solo vehículos “comandos”, podían aventurarse a atravesar el histórico Paso de los Hidalgos, Puerto Plata esbozo de la primera carretera de América.
En la entrega aludida, recomendábamos hacer paros compulsivos escalonados en la circulación de vehículos por la destruida carretera, cuya reconstrucción había sido abandonada múltiples veces en los veinte años que la colectividad reclamaba su terminación. Ahora bajo la consigna “Carretera ya”, varios movimientos cívicos, sindicatos de choferes y hasta sacerdotes, lograron al menos, que una comisión compuesta por los alcaldes de Sabana de la Mar y El Valle fuese recibida por el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, quién al levantarse la huelga, convino en reparar inicialmente los tramos en peores condiciones.
Por la frustrada experiencia del pasado, los alcaldes y autoridades provinciales deberían conformar una “Comisión de Seguimiento”, para la supervisión voluntaria de la marcha de los trabajos. Ésta, al dar su informe, si el mismo es desfavorable, deberían convocar con carácter de urgencia al movimiento huelguista y volver a protestar “con más fe” hasta la consecución de la ansiada vía.
Ahora bien, como esta comarca es tan rica en productos agrícolas (café, cacao, naranjas, limones, cocos y hasta palma aceitera), deberían de tratar de entrevistarse con el dinámico ministro de Agricultura, ingeniero Osmar Benítez, que de seguro será un importante aliado, para lograr lo más expedito posible esta “carretera mártir”. Él está consciente ya que la Comisión Nacional del Cacao tiene un campo experimental, en donde en un futuro se edificarán locales para albergar hijos de productores que recibirán entrenamiento en la producción y manejo tecnificado del cacao. Pero, tengan en cuenta la sabiduría campesina que intuye: “la bestia no se sabe si es baya, hasta que no se tienen agarrados los pelos en la mano”. Asimismo, debe tomarse en cuenta las horas/hombre que se pierden al transitar este accidentado trayecto, que por la distancia debería ser de una hora y se convierte en dos y media por su estado y ni hablar del combustible que se consume.
En mis años mozos, iba con frecuencia a Sabana de la Mar con la familia Messina, para atravesar la bahía hacía Samaná en el bote capitaneado por Tom Philips. A veces, en la espera de la salida, disfrutábamos de unos traguitos en el bar Sobre las Olas.
Para terminar este relato, nos complace sobremanera saber, que la carretera será bautizada con el nombre de “Elupina Cordero”, aquella virtuosa mujer que concitaba en su humilde morada, personas venidas de apartadas regiones del país, en busca de recuperar la salud. Ella acogía a todos los que allí llegaban y se afirma, que muchos recuperaron la salud, mediante oraciones y pócimas de productos naturistas.
Adelante, hatomayorenses, y ¡Enhorabuena! La perseverancia dará sus frutos.

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