Los diputados “amenazan” con modificar la Ley 241 de Tránsito de Vehículos, que como se explica, data de 46 años, cuando éramos apenas cuatro millones y ahora casi diez, con unos 300 mil vehículos y ahora más de dos millones.

En 1967 en el país apenas si se conocían las drogas que trajo el afrentoso interventor en 1965 y los celulares solo los usaba Dick Tracy.

Los diputados,  cuatro de ellos, acudieron al almuerzo del Grupo Corripio el día seis de este mes, y “amenazaron” con suprimir seis departamentos que intervienen en “organizar” el Tránsito Terrestre Vehicular, que los presidentes Joaquín Balaguer no se atrevieron modificar en 22 años, Leonel Fernández en doce ni Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía en cuatro cada uno. Una vergüenza.

El pandemonium de la obsoleta Ley 241 ocasiona por su anomia unos tres  mil dominicanos muertos cada año, una pandemia como el narcotráfico, abuso a la mujer y a menores y la delincuencia y el crimen, todo proliferando como la verdolaga, sin control estatal.

Menos del 3% paga las multas impuestas por AMET, cuando lo correcto en una infracción, en lo que viene la reforma de la ley, sería conducir al Canódromo a los infractores que no puedan pagar la multa in situ.

Penas de dos años de cárcel y cien mil pesos de multa a quienes violen la luz roja, conduzcan en vía contraria, cancelación de la licencia por cinco años en tres infracciones y en lo sucesivo en cinco infracciones de por vida y atrapado con licencia clausurada, tres años de cárcel, y de no ser así, pérdida de tiempo y otra burla al país de los congresistas.

Sigo mañana.