¡Por la gloria del arte pública!

¡Por la gloria del arte pública!

Arte Contemporáneo

Desde hace más de tres décadas, la transformación del espacio urbano en espacio estético-recreativo se torna en el gran sueño y en la mayor decepción para diversos sectores de nuestra sociedad. Durante este trayecto, los principales portadores del gran anhelo persisten doloridos y entusiasmados ante el infortunio, intentando revertir la precaria y triste situación del arte público contemporáneo en la República Dominicana.

Y es que, tal como se confirma cada día y a cada instante, el derecho a la cultura y el apoyo a las utopías de los artistas, arquitectos, urbanistas y gestores culturales nacionales, son asuntos de muy poca importancia en las áridas y estresadas agendas de las instancias oficiales, municipales y hasta empresariales de nuestro país.

Hacia mediados del 2010, el tono crítico sobre esta cuestión subió “a millón” a propósito del fuerte rechazo que recibiera el denominado “Parque Temático”, construido por el Ayuntamiento del Distrito Nacional en la confluencia de las avenidas Abraham Lincoln/Los Próceres y John F. Kennedy. Los enfoques y previsiones de aquel debate reiteraron la evidente y alarmante confusión que todavía prevalece en Santo Domingo sobre los conceptos generales de desarrollo urbanístico, artes visuales y contemporaneidad en el espacio público.

Ante un rosario de la mediocridad y la indolencia que exhibe el “Zooberto”, la “Ruta de los Murales” de Jaime David y la nueva estatuaria seudopatriótica en fibra de vidrio con patina de metales chamuscados como sus más brillantes abalorios, aquí se impone una cuestión de rigor. ¿Resulta definitivamente una quimera plantearse la posibilidad de un arte contemporáneo a escala cívica en Santo Domingo desde estos insensibles, violentos y caóticos umbrales del siglo XXl?

Muchas de las respuestas y reflexiones que provoca esta interrogante, me consta, adquieren vital importancia en la plataforma conceptual que sostiene “La Chiva Gloria”, proyecto de arte público iniciado hace más de siete años cuyo principal objetivo es “contribuir al desarrollo de nuestro país a través de la ejecución de acciones que incorporen el arte como parte del desarrollo integral y espiritual de nuestra sociedad, con la finalidad de aproximar al gran público, a que el arte sea parte de su vida cotidiana y que pueda tener un contacto directo con nuestra identidad y nuestras riquezas culturales», según declara Mildred Canahuate, presidenta de la Asociacion de Galerías de Arte y de la Fundación Arawak, institución auspiciadora del mismo.

El proyecto, lanzado a principios del mes de junio en el Museo de Arte Moderno, ha recibido gran apoyo por parte de la comunidad artística nacional y otros sectores de la sociedad, consiste en doce esculturas de “La Chiva Gloria”, personaje creado por el artista Antonio Guadalupe, recurriendo siempre a un “Dialogo de Fauna” desde el que materializa su contrastante policromía. Así, “La Chiva Gloria” de Guadalupe, aparece primero vestida de azul, rayada en blanco y punteada de negro y amarillo. Su ardiente ubre, sus ojos paranoicos y su “chivirico” gestual de desobediencia y seducción, aumentan la inquietud y el atractivo de una imagen y un símbolo ciertamente fascinantes.

Las doce esculturas de “La Chiva Gloria” han sido realizadas en fibra de vidrio por los escultores José Ramón y José Augusto Rotellini (padre e hijo). Sus medidas son 5 pies de alto por 5 pies de ancho. La estructura interior y las partes más vulnerables, como las patas, las orejas y la cola de cada una de las piezas, se reforzaron con varillas y mallas metálicas. Las doce piezas estarán intervenidas por reconocidos artistas dominicanos, como: Iris Pérez, José Perdomo, Ángel Urrely, Juan Medina y Amaya Salazar. Cada escultura, vestida con los colores, motivos y sello estético de sus autores, está soportada en una base de cemento, diseñada por el arquitecto Gamal Michelén.

Otros artistas prestigiosos se integran y durante siete meses “La Chiva Gloria” cambiará de vestuario para el inicio de un ciclo de exposiciones públicas en plazas, escuelas, colegios, parques, instituciones y espacios alternativos. El proyecto cuenta con toda una estrategia de difusión con la finalidad de dar a conocer las características de este personaje que recorrerá varios puntos del país. En cada una de sus paradas estará ofreciendo una serie de productos sucedáneos y otros materiales promocionales (camisetas, llaveros, tazas…).

Otro de estos productos es un equipo (kit) de un modelo de la chiva en miniatura con pinturas y pinceles a fin de que pueda ser pintada por estudiantes en las escuelas y colegios. Para esta parte fundamental del proyecto se espera contar con el patrocinio de las empresas y corporaciones sensibles al tema educación. “Estas doce esculturas se exhibirán en espacios públicos y empresas con sentido de responsabilidad social respecto del arte y la cultura… Este es un proyecto novedoso que puede ser un referente cultural, como marca país y podría representarnos de manera simbólica en el ámbito nacional e internacional”, sostiene Mildred Canahuate.

“La Chiva Gloria” es una figura graciosa y divertida que dice gustar del café, la margarita, la lectura, el teatro, el cine, la danza, la pintura y las artes visuales. Su perfil en el hipermundo se proyecta sumamente activo: en Twitter @LaChivaGloria; en Facebook (LaChivaGloria) y en Instagram @lachivagloria. Desde sus portales en las redes sociales, este inquietante personaje anima a visitar bibliotecas, salas de cine y exposiciones en museos y galerías.

Precisamente, el último encuentro público con sus seguidores sucedió el pasado día primero de septiembre en el prestigioso centro comercial Ágora Mall, donde una clonada “Chiva Gloria” fue tatuada con el enigmático y explosivo gestual abstraccionista de José Pelletier. Como parte de la exhibición de las dos primeras piezas de este importante proyecto, en el citado “mall”, fue celebrado un taller con el propósito de incentivar a los niños y niñas a desarrollar su creatividad.

Los materiales escogidos para el proyecto de “La Chiva Gloria”, tanto la fibra de vidrio, la pintura y los metales, son materiales de alta calidad y gran capacidad de resistencia en el espacio público. Además, en los aspectos logísticos y estratégicos, la plataforma del proyecto contempla jornadas de difusión y mantenimiento de manera constante. Y este sí que es un dato interesante, pues el mantenimiento, como muy bien lo reconocen Mildred Canahuate y Antonio Guadalupe, es un aspecto que reclama a sus responsables a la hora de las auténticas iniciativas de arte público. ¡Por la gloria del arte público en Santo Domingo, felicitamos y deseamos éxitos a los gestores y responsables de tan novedosa e interesante iniciativa!…

Publicaciones Relacionadas

Más leídas