Parece llegado el momento de eliminar la dispersión de autoridad que ha afectado a la Junta Central Electoral (JCE) desde el año 2003, cuando dicho organismo fue dividido en tres instancias, con una muy tenue frontera divisoria entre dos de ellas. Todavía es difícil de comprender la utilidad funcional de esa división, aunque sí se comprende que en términos de conveniencia política satisfizo las ambiciones de algunos partidos. El presidente de la Junta, doctor Julio César Castaños Guzmán, considera que esta división ha creado confusión en cuanto a las facultades de las instancias en que quedó dividida.
No hubo en su momento, ni hay actualmente, argumentos que justifiquen la creación de una Cámara que asumiera las funciones administrativas que otrora tenía la JCE como unidad íntegra. La práctica ha demostrado que más que soluciones, esa división ha ocasionado confusiones. En materia contenciosa, las funciones son más fáciles de delimitar y lo que actualmente es la Cámara Contenciosa podría convertirse en tribunal especializado únicamente para actuar y decidir en materia electoral. Pero la organización de las elecciones continúa siendo una función administrativa que la JCE ejercía sin problemas antes de la división. La aspiración es que la reforma constitucional en estudio le ponga fin a estas dispersiones. Por el bien del país a la JCE hay que devolverle su integridad.
Hay que mejorar la prevención
En lo que va de año la cifra de muertos por dengue y leptospirosis es demasiado alta, alarmante. La primera de estas enfermedades ha cobrado veintitrés vidas y la leptospirosis otras cincuenta. Estamos hablando de muertes oficialmente registradas, lo que quiere decir que debemos considerar que la cifra real supere la registrada. Una especie de mosquito por un lado, y varios mamíferos y roedores por el otro, son los multiplicadores del contagio.
Esta situación sanitaria tiene sus orígenes en las torrenciales lluvias y desbordamientos de ríos y arroyos que han afectado últimamente al país. Aunque se han desarrollado campañas de eliminación de mosquitos, ratas y otros transmisores de dengue y leptospirosis, los casos de personas afectadas han alcanzado cifras muy altas. Eso indica que hay que intensificar las campañas de prevención e insistir en orientar a la población sobre la forma de evitar el contagio con estas enfermedades.