Por la preservación
del orgullo naqueño

Por la preservación <BR>del orgullo naqueño

A partir de las cuatro de esta tarde, los socios del Club Deportivo Naco, estaremos prestos a acudir en masa para elegir la nueva directiva, que por los próximos dos años dirigirá los destinos de la entidad social, que representa un paradigma en las entidades sociales dominicanas por su solidez, prestigio y desarrollo sostenido en los pasados diez años.

El Club Deportivo Naco, ahora bajo la presidencia de Don Chito Asmar, brotó en 1958 como una entidad social de extraordinario crecimiento, modernizándose al ritmo de los tiempos, desde aquella rancheta cobijada de cana con su humilde patio español en la esquina suroeste de sus actuales instalaciones.

En los pasados diez años ha adquirido una nueva imagen para darle a los miembros las facilidades, más que atractivas, haciéndolo un lugar adecuado para los socios y sus familiares, en especial los hijos, que disfrutan de variadas actividades deportivas como la natación que tantos campeones nacionales han surgido de sus filas.

Así mismo, el que se construyera un edificio de estacionamiento de seis plantas, le permitió al club, desde ese momento, convertirse en un lugar más atractivo a lo cual contribuyeron las modernas remodelaciones de sus diversas áreas de esparcimiento, asegurando así que la cuota mensual de los socios ha sido correctamente invertida.

No son solo las canchas y piscinas para el deleite de los jóvenes, sino que es la parte social con un excelente restaurante, de una boite para los adultos y un piano bar de singular atractivo con la música en vivo, que semanalmente entretiene a los socios al disfrutar de la pasión del baile o de una amistosa y amena conversación.

Además de sus salas de juegos que a tantos adultos atraen, como el billar o el dominó, ofrece el gran atractivo de una cómoda sala de cine en donde se proyectan cada semana los principales filmes en cartelera y hasta algunas películas que luego serán estrenadas en los cines locales. Ha sido una tesonera labor llevada a cabo por don Chito Asmar, que busca un nuevo periodo de dos años junto a sus leales colaboradores, los cuales han afianzado el club como un lugar que cada socio aspira pertenecer y mantener. De esa manera se distrae, sin los temores nocturnos de trasladarse a otros centros sociales más distantes del exclusivo polígono central capitaleño.

El haber incorporado las facilidades playeras de Cabamar en Juan Dolio, le ha permitido a los socios del club disfrutar en un sitio a las orillas del mar con el atractivo de instalaciones de primera y degustar buenas comidas, al tiempo que goza del paisaje marítimo y del baño tanto en la playa como en la piscina, lo cual lo ha convertido en una facilidad cada vez más demandada por la membresía de los naqueños. Por eso en esta tarde y noche, la gran mayoría de los socios del club, conscientes de preservar la calidad, solidez y estabilidad de la institución en los logros alcanzados, apoyarán de nuevo a don Chito y a su plancha Familiaridad registrada como la número 1, de manera que nada perturbe una confianza bien ganada y reconocida por las demás instituciones sociales dominicanas de su misma naturaleza.

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