La Academia de Ciencias de la República Dominicana, institución científica, no gubernamental y apartidista, tan pronto conoció la fatídica sentencia No. 0905-18, dictada por el Tribunal Constitucional que deroga el Decreto No. 371, del presidente Leonel Fernández de fecha 13 de junio del año 2011 que crea el Parque Nacional Manuel Aurelio Tavares Justo como área protegida, borrando del mapa esa imprescindible reserva de nuestros recursos naturales y recursos hídricos de la vertiente noroeste de cordillera Central, Madre de las Aguas, realizó un enjundioso estudio investigativo a cargo del personal técnico especializado de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales elaborando un proyecto de decreto que sería sometido a la consideración del entonces presidente Danilo Medina Sánchez con ligeras modificaciones en cuanto a sus linderos, bajo el nombre de Parque Nacional Manolo Tavares Justo, como es mejor conocido por su pueblo el histórico líder político combatiente nacionalista capturado y fusilado “en las escarpadas montañas de Quisqueya” durante el régimen oprobioso y antidemocrático que prohijó el fatídico golpe de Estado cívico militar que depuso el Gobierno presidido por el profesor Juan Bosch.
Pero el presidente Medina, empecinado en su repostulación, nunca se interesó en ese proyecto, ponderado por el consultor jurídico, antes ni después de su fracasado intento reeleccionista, cuando con igual empeño intentó llevar al poder a su pupilo Gonzalo “El Penco” con igual resultado.
La Academia de Ciencias sí ha mantenido su creciente interés y propósito de la restitución del Parque Nacional Manolo Tavares Justo, consciente de lo imprescindible y valioso que significa para aquella ancha zona y el país dicha restitución como lo evidencia el conjunto de considerando que anteceden el decreto, las diversas leyes citadas y lo dispuesto en la Constitución (Capítulo IV, Artículos 14-17) referentes a la imperiosa necesidad de su conservación y preservación.
En llegando el Gobierno del Cambio, luego de sus primeros meses de Gobierno, la Academia ha venido insistiendo en gestionar un encuentro con el señor presidente Luis Abinadar para hacer de su conocimiento la importancia vital que tiene para el país y todo el entorno de la cordillera Central la pronta restauración del Parque Manolo Tavares Justo, y otros asuntos de interés nacional, no siendo posible hasta ahora ese encuentro, por lo que sin descartarlo acordamos hacer entrega del proyecto de decreto al Ministerio de Medio Ambiente, dada su cercanía y su firme demostración de privilegiar la preservación y conservación de los parques nacionales y las riquezas patrimoniales de la nación.
“Obras son amores y no buenas razones”. La Biblia nos enseña “por sus frutos os conoceréis” y es indudable que el señor Presidente se ha empeñado en cumplir su misión poniendo su mayor empeño en ejecutar y poner en marcha obras de su Gobierno impostergables más alentadoras que los primeros picazos y afirmaciones que no dejan de ser “pronóstico reservado” dadas las múltiples dificultades y limitaciones que tiene que afrontar su mandato en estos difíciles momentos de solidaridad colectiva e individual ante la pandemia global que padecemos y debemos superar.