Por la sexta derrota consecutiva de Leonel

Por la sexta derrota consecutiva de Leonel

Han sido muchas las reacciones al artículo de Leonel sobre “puestos y sobrecitos” pero ninguna ha ponderado que se trata de un rezongue normal de quien ha sufrido seis grandes derrotas consecutivas en los últimos dos años dentro de un partido que vive vanagloriándose de triunfalismo y predestinación.

Su primera gran derrota ocurrió cuando intentó postularse a la Presidencia de la República para 2012 después de haber prohijado una Constitución que la prohibía. Recuérdese aquel movimiento “Leonel Vuelve 2016” que propició un simulacro plebiscitario, recolectando supuestas firmas provincialmente, proceso poco percibido por ciudadanos, que le fueron entregadas en un espectáculo en el que el mandatario preguntaba qué decía cada delegación sobre su repostulación, respondiendo todas, coralmente: “¡¡¡SI!!!”. Finalmente, definiéndose como soldado del PLD, puso en manos del partido su decisión, resultándole adversa.

Luego intentó, para su segunda derrota, apostar a la nominación presidencial de su esposa, en vista de “que un posible proyecto de reelección se veía impedido…era la fórmula alterna que… tenía para seguir en el poder” (palabras de la entonces primera dama en su discurso declinatorio). La resistencia interna en el PLD llegó a trascender públicamente hasta el punto que en ese discurso la aspirante presidencial tuvo que advertir que declinaba “sin rencores” en alusión implícita a acervas críticas que enrostraban su falta de carrera partidaria, valiéndose incluso del lenguaje corporal indicando entre comillas para reflejar la verdadera causa de su declinación. Ver http://cristalycolores.blogspot.com/2011/04/discurso-de-la-primera-dama-declinando.html.

Su tercera derrota fue haber incurrido en el error de creer que podía seguir gobernando tras bastidores para garantizar protección y encubrimiento. Después de abandonado el poder se evidenció el enorme déficit fiscal provocado por el inescrupuloso e irresponsable manejo de recursos. Cada día conocemos informes internacionales desmitificando su gestión. Protestas de repudio se escenifican en nuestras calles. Al tratar de justificar el déficit fiscal sus propios colaboradores lo desmintieron. Ministros de su gobierno mantienen expedientes judiciales que pueden destapar cajas de pandora.

Su cuarta derrota la constituye la pérdida de su popularidad. Las encuestas presentes ubican su preferencia cuatro veces por debajo de aquel ya lejano 57% y fue desplazado como candidato preferencial del PLDismo.

La quinta, encabezar la percepción ciudadana sobre el gobierno más corrupto en toda nuestra democracia pos-trujillista.

Y la sexta su contundente derrota en la competencia interna en el PLD, medida por la escogencia de miembros de los Comités Político y Central y la pérdida de sus delfines más paradigmáticos.

La ciudadanía debe comprender que estas derrotas explican el estado de ánimo del expresidente, por demás reflejado en fotos recientes, consecuentemente traslucido en el artículo sobre puestos y sobrecitos.

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