Por más conciencia cívica y fortalecimiento de la dominicanidad

Por más conciencia cívica y fortalecimiento de la  dominicanidad

Teófilo Quico Tabar

Con motivo de las fiestas Patrias, y con el objetivo, a mi juicio, de demostrar la poca formación, conocimiento o conciencia cívica sobre nuestros valores como nación, hemos visto en las redes sociales entrevistas a gente de la calle.

Incluyendo estudiantes universitarios, quienes conocen a los “reguetoneros” y a los cantantes urbanos, pero no así a Juan Pablo Duarte. Tampoco a los creadores de nuestro himno nacional José Reyes y Emilio Prud´home.

El hecho de que haya un dominicano que no conozca la figura y obra de Juan Pablo Duarte y de todos los que como con él lucharon por nuestra independencia y forjaron nuestra nacionalidad, debería ser motivo de jornadas nacionales de reflexión.

Y provocar, entre otras cosas, programas de concientización, tan grande o mayor que las que implementa la Junta Central Electoral durante los procesos electorales, o la se realizan cuando surgen pestes que azotan la población. Como actualmente con el caso del COVID-19.

A pesar de algunos esfuerzos esporádicos tratando de resaltar nuestros valores patrios, sobre todo en fechas especiales como el 26 de enero y el 27 de febrero, hace falta mayor empeño hacia el objetivo de crear una conciencia cívica grande y fuerte. Reafirmando la dominicanidad, así como los valores fundamentales en que debe descansar nuestro desarrollo y crecimiento social, económico, político y cultural.

Desde hace tiempo ha preocupado la timidez en ese sentido. Y en la medida en que se han ido difundiendo videos o informaciones sin ningún tipo de control, muchos más. Porque para nadie es un secreto que muchos, sobre todo jóvenes, sólo saben de Duarte, que hay una calle o puente que lleva ese nombre.

A medidas que el país crece y se desarrolla en materia de comunicación, aumentan las influencias de todo género. Y la educación y la formación deben crecer por lo menos al mismo ritmo. No exclusivamente la que se imparte en las escuelas, sino educación integral.

Hace falta formación cívica. Dotar a mujeres, hombres y niños de las herramientas necesarias para construir una conciencia nacional sobre la verdadera identidad dominicana. Más, porque lamentablemente en el país hay concepciones diferentes. Para algunos distorsionantes. Cada una cree en una nación diferente.

Sectores numéricamente pequeños, pero grandes en posibilidades, con influencias en casi todos los grupos que conforman la sociedad, incluyendo los organismos de decisión, se interesan esencialmente en los asuntos económicos e internacionales. Pero con tendencia a desinteresarse por los aspectos a que me refiero.

Algunos de la clase media se preocupan por las cosas del país. Pero un porcentaje considerable de ellos tiene tendencia a la indiferencia por lo nacional. Igual o mayor que los anteriores.

Sin embargo, la mayoría del país, sin la formación de los demás sectores, en algunos aspectos vive más arraigada a nuestras costumbres y tradiciones.

Por eso vale la pena emprender la gran tarea de reforzar la conciencia cívica y consolidar la dominicanidad. Para que no solo en estas fechas, sino todo el año, se escuche el grito: Viva la República Dominicana.

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