Miguel Tejada es un grande del béisbol dominicano y lo demostró jugando con las Águilas, Series del Caribe, Clásico Mundial y en las Grandes Ligas.
Escalar a lo más alto le costó mucho.
Pero hay algo que recuerda con nostalgia.
“Mi primera meta era ayudar a mi familia, por eso jugaba duro para lograr mis sueños”, dijo.
“Cuando me iba mal en Ligas Menores, me ponía triste porque sabía que si fallaba, entonces no iba poder ayudar a mi familia”.
Así lo expresó el pasado sábado durante una charla magnífica con los niños de la Academia La Javilla.
Cuando llegó a Grandes Ligas, entonces dijo que tenía que sacrificarse, respetar el juego y tener mucha disciplina.
En broma dijo: “Yo trataba de jugar todos los días porque no quería que si alguien iba a verme, entonces dizque yo estaba en el banco”.
Tejada tiene como anécdota que con su primer bono salió a comprar un camión de comida para su familia.
“Ese primer bono me dio tranquilidad. Es como irse a jugar sabiendo que dejaste algo en tu casa”, expresó Tejada.
Le dijo a los niños de La Javilla que deben tener pasión por el béisbol, tomarlo en serio y luchar de corazón por sus sueños.
Saber que hay días malos y días buenos, pero que perseverar es la clave.