Durante cuatro décadas el jesuita Dr. José Luis Alemán, hijo de padre cubano y madre francesa, nacido en México, licenciado en Teología en España y doctorado en Economía en Alemania con una tesis sobre los tipos de cambio múltiples, regaló a República Dominicana su erudición, primero en la forma de libros sobre el desarrollo económico, y luego en la forma de escritos semanales en el periódico Hoy.
Su particular combinación de amplios conocimientos teóricos, profundas convicciones éticas y valeroso pragmatismo ante los retos, no solo económicos, sino también sociales y políticos hicieron de sus escritos un referente ineludible para todo pensador dominicano.
Y he aquí la verdadera motivación del rescate de sus amplios escritos. Como expongo en el libro “La Obra del Dr. Jose Luis Alemán, S.J.: Revisión y Análisis del Pensamiento Económico 1968-2007”, hay dos razones por las cuales “J. L. Alemán no varía la esencia de su visión.
La primera es que los conceptos de equidad y justicia quedaron siempre incorporados a sus análisis de la eficiencia económica… Su visión holística ayudó a que sus análisis resistieran los embates del tiempo al incorporar de partida una variedad de elementos subyacentes y factores relacionados que proporcionaron a sus argumentos la flexibilidad y condicionalidad necesarias para hacerlas adecuadas a todo contexto; organizados alrededor de un esquema de valores que él nunca alteró.”
“La segunda razón para la poca variabilidad en las opiniones de Alemán se debe al bajo ritmo de evolución de la economía y la sociedad dominicana… las permutaciones en su discurso representan adaptaciones a nuevas circunstancias más que cambios esenciales en la estructura de su pensamiento. Así, aunque en la superficie luciría que se están enfrentando nuevos retos, el análisis remite a temas ya dilucidados, que por no haber sido adecuadamente enfrentados en la época de su primer diagnóstico, reaparecen con mayores y más variadas consecuencias a medida pasa el tiempo.
En tiempos de nuevos retos y viejos dilemas, y ante una tendencia mundial al utilitarismo y a las comodidades del discurso cortoplacista, conviene mirarse ocasionalmente en los borgianos espejos de José Luis Alemán- estos ecos de sus escrituras son reflejos – como forma de vislumbrar la salida de los laberintos.