El ministro de Educación, Ángel Hernández, se defendió este miércoles de los constantes ataques que ha recibido sobre su capacidad para dirigir la entidad durante su gestión.
Hernández atribuyó estos señalamientos a intereses políticos y económicos que rodean la administración del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado al sector educativo.
Explicó que el Ministerio de Educación, debido a su gran tamaño y los recursos que maneja, es objeto de apetencias por parte de diversos sectores.
«El ministerio es tan grande que tiene muchas apetencias; hay mucha gente interesada en administrar lo que es el 4%», afirmó.
El ministro también reconoció que se ha ganado una reputación de ser «tacaño» en la administración de los fondos públicos, lo que ha generado descontento en algunos sectores al no ser beneficiados en la nómina.
«Estamos en un período de cambio de gobierno, y al cambiar el gobierno hay muchas aspiraciones en el interior del propio partido», señaló Hernández.
El ministro comparó su situación con la de la Policía Nacional, afirmando que, en ocasiones, cuando ciertos grupos quieren provocar el cambio de un ministro, se generan problemas para desestabilizar su gestión.
«Eso pasa mucho en la Policía, a veces cuando quieren cambiar a un ministro le arman cantidad de problemas», detalló.
Hernández dijo que continuará trabajando para garantizar una gestión transparente y eficiente, a pesar de los desafíos políticos que enfrenta.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.