La circuncisión consiste en cortar una porción del prepucio del pene que cubre al glande para dejarlo permanentemente descubierto. Se estima que 30 % de los hombres a nivel mundial están circuncidados, de los cuales 68 % son musulmanes. Los motivos más frecuentes para circuncidarse son de índole religioso, cultural o médico.
Se calcula que con este simple procedimiento quirúrgico podrían evitarse 5.7 millones de nuevos casos de sida y 3 millones de muertes en todo el mundo; sin embargo, se trata de una medida complementaria y en ningún caso supone una protección total frente al virus del sida.
La población de la República Dominicana está cada vez más consciente de la necesidad de realizar este procedimiento; sin embargo, debemos continuar la educación en este sentido por los múltiples beneficios que puede aportar a la salud colectiva, con bajo costo y mínimo ausentismo laboral.
Entre las principales indicaciones médicas de la circuncisión se encuentran las siguientes:
1. Fimosis, parafimosis: se produce cuando el prepucio está retraído por detrás del glande del pene y no puede retomar su posición inicial.
2. Balanopostitis: inflamación del glande que afecta al prepucio y puede degenerar en una fimosis. Puede deberse a una infección, a la falta de higiene o al exceso de esta (el uso exagerado de jabón irritante en la zona, puede provocarla).
3. Frenulectomía: cuando el frenillo (piel que une la cara inferior del glande) del pene es demasiado corto, existe riesgo de que duela, se rompa y sangre durante las relaciones sexuales. Por eso es conveniente pasar por el quirófano y cortarlo.
Beneficios de la circuncisión. – Reduce el riesgo de infecciones del tracto urinario en niños.
– Disminuye el riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual como el papiloma virus y otras enfermedades ulcerosas como el chancro y la sífilis.
– Protege contra el cáncer de pene.
-Reduce el riesgo de cáncer cervical en la pareja del hombre circuncidado.
– Previene la inflamación del glande (balanitis) y del prepucio (postitis).
– Reduce en 60 % el riesgo de infección por VIH.
– Permite que el pene se mantenga más limpio (con menos esmegma).
– Resulta más fácil la colocación del condón.
Riesgos ante el procedimiento quirúrgico
– Dolor durante el posoperatorio (se controla rápidamente con analgésicos).
– Hemorragia que no suele ser importante y es controlable por el cirujano.
– Hematoma que obligue a realizar un drenaje después de la circuncisión, Irritación del glande.
– Inflamación del meato uretral (por este pequeño canal pueden circular líquidos como la orina o secreciones como el semen). Infección que puede requerir el uso de antibióticos.
– Reacción adversa a los anestésicos empleados durante la circuncisión, rechazo a los puntos y los antibióticos.
-Incremento de la sensibilidad e irritación los primeros meses después de la circuncisión.
Estas complicaciones son raras cuando se realiza por especialistas bien entrenados, urólogos o urólogos pediátricos con experiencia en la realización del procedimiento, y con los instrumentos adecuados.