El informe dado a conocer por la Reserva Federal para explicar su decisión de bajar los tipos por tercera vez en el año, hará que el Banco Central dominicano sea en lo adelante mucho más cauto en la reducción de su tasa de política monetaria, aunque esto no quiere decir que se abstendrá de disponer nuevas reducciones, pues sigue teniendo espacio para ello.
El presidente de la Fed quiso hacer constar, tras la decisión, el cambio en el énfasis, no de política, al expresar: “…podemos ser más cautelosos al considerar nuevos ajustes”.
Son muchos los factores que evalúa el BCRD en sus decisiones sobre los tipos, pero hay dos a destacar: el comportamiento de la tasa de inflación y la brecha entre la tasa de política doméstica y la tasa de política monetaria de la Reserva Federal.
El primer factor es fundamental, pues el principal papel de un banco central es evitar que los precios se salgan de control. Y en esa línea el último informe del BCRD sobre los precios ha sido positivo: el índice de precios al consumidor (IPC) experimentó una variación mensual de 0.16 % en noviembre, ubicándose la inflación interanual en 3.18 %, lo que la mantuvo en el rango meta por doce meses consecutivos. En el caso de la inflación, se espera que se alargue en período para alcanzar la meta de 2%, lo cual se espera que no se logre hasta 2027, aunque se mantendría en niveles que no obligan al BCRD a cambiar ahora su política de flexibilización.
Una de las razones por las cuales el BCRD ha sido exitoso en el manejo de la política monetaria es que sus decisiones ha tratado de evitar un ensanchamiento de la brecha entre la tasa de la Fed y su tasa para evitar que ésta se constituya en un desincentivo para la inversión extranjera.
Todavía no está presente ese riesgo. El mercado da por descontado, por lo menos, dos recortes de tasas para el próximo año.