Por qué en Venezuela están obsesionados con las predicciones

Por qué en Venezuela están obsesionados con las predicciones

Cartas del tarot es la forma más frecuente de predecir el futuro en Venezuela, BBC Mundo

«¿Tú qué crees que va a pasar?»

Es la pregunta de todos los días en Venezuela.

Y aunque nadie sabe qué va a pasar en Venezuela, todos tienen una teoría.

Sobre todo, los brujos, aquellos hombres y mujeres que leen el futuro en las cartas, el tarot, el café, el tabaco y en la mano, entre muchos otros métodos.

Los brujos están en toda América Latina: tienen programas de televisión, columnas de prensa y cientos de miles de seguidores en Twitter.

Pero en Venezuela los adivinos no solo son famosos: también saben –o dicen saber– el futuro político del país.

Que si Maduro va a caer, que si el dólar bajará, que si surge una tercera vía: esas son las preguntas que los venezolanos –además de las cuestiones personales– les hacen a los brujos.

«Hay varias razones de orden cultural y psicológico que explican por qué los venezolanos están obsesionados con las predicciones, pero la principal es que llevamos al menos una década viviendo en medio de la incertidumbre política», explica el psicólogo social y columnista Ángel Oropeza.

Hace unas semanas la pregunta que todos se hacían era sobre la fecha de las elecciones parlamentarias, que finalmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció para el 6 de diciembre.

En ese entonces, fui a una reunión de periodistas en la que uno de los invitados era el famoso brujo David Goncalves.

A través de las cartas, «El Rey David» nos predijo los siguientes eventos, entre otros: un deslave, un terremoto, un encuentro entre Diosdado Cabello y Barack Obama, crisis de la Misión Vivienda, disturbios, guerra entre civiles y militares chavistas, escasez, caída de las reservas internacionales, salidas de ciudadanos y empresarios por las fronteras.

Y sobre el poder, predijo que antes de diciembre habrá un golpe de Estado, subirá un militar y, después de una transición, Diosdado Cabello, hoy presidente de la Asamblea Nacional, se posesionará como jefe de Estado.

Ah, y en 2019 el opositor Leopoldo López, hoy en la cárcel, lo reemplazará.

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