¿Por qué es importante lo que comes?

¿Por qué es importante lo que comes?

La alimentación es un proceso fundamental del ser humano. A través de los alimentos debemos recibir los nutrientes necesarios para que el cuerpo pueda realizar todas sus funciones: hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, sin embargo la modernización, el crecimiento poblacional y la rapidez de los nuevos estilos de vida, han traído consigo 3 cambios fundamentales en la industria alimentaria:

1. Disponibilidad en el mercado de productos muy procesados y bajos en nutrientes.
2. Alimentos bajos en grasa o “ light”, pero ricos en azúcar para conservar sabor.
3. Alta disponibilidad de comercios de “comida rápida” con alimentos ricos en grasa, sal, azúcar y muy pobres en fibra, vitaminas y minerales.

Probablemente por la rapidez del día a día no nos detenemos a pensar que la alimentación está íntimamente ligada a nuestra salud o a nuestra enfermedad. El consumo frecuente de este tipo de alimentos es capaz de inducir cambios en el cuerpo tales como, aumento en los niveles de colesterol, triglicéridos y glicemia; hígado graso, ganancia de peso y grasa corporal, así como alteración de las bacterias buenas que habitan en nuestro intestino predisponiéndonos a múltiples enfermedades. Estas son las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes, obesidad, cáncer y enfermedad cardiovascular, las cuales cada año causan millones de muertes a nivel mundial, afectando a individuos cada vez más jóvenes y representando una carga para la economía de las familias, el sistema de salud y un retraso para el progreso de nuestros países.

¿La principal preocupación?

Los niños y jóvenes que se encuentran expuestos, que crecen con hábitos alimentarios distorsionados y que a temprana edad se convertirán en los pacientes afectados por estas enfermedades. ¿Qué tal si iniciamos algunos cambios?

– Recuerda que todo inicia en el supermercado. Lee las etiquetas y elige alimentos reducidos en grasa, azúcar y sal.
– Ten en tu despensa y nevera alimentos naturales y frescos, integrales, frutas y verduras.
– Limita el consumo de bebidas azucaradas (refrescos y jugos envasados).
– Evita consumir comida rápida, y si lo haces, recuerda que mientras menos veces lo hagas en un año, mejor.

Estas en el mejor momento de dar pasos que impactarán positivamente en tu salud y en la de tu familia.