¿Por qué es tan difícil cumplir lo que nos proponemos?

¿Por qué es tan difícil cumplir lo que nos proponemos?

MADRID.  elmundo.es.  Dejar de fumar, ponerse a dieta, estudiar inglés o apuntarse al gimnasio… Para la mayoría, los buenos propósitos son algo tan típico de estas fechas como el turrón o los villancicos.

El 1 de enero parece la fecha perfecta para dejar atrás los viejos hábitos y abrazar con energías renovadas un año nuevo cargado de nuevos objetivos. Sin embargo, cuando llega febrero pocos se acuerdan del repetido “de este año no pasa”.

¿Qué es lo que falla? Los psicólogos coinciden en señalar varios factores como “responsables” de que los propósitos se queden pronto en nada:

No existe una verdadera motivación.  Según los especialistas, la intención de cambiar responde muchas veces a un arranque repentino y no a un convencimiento real y definido. “Incluso a veces nos dejamos llevar por lo que nos rodea y decidimos dejar de fumar porque todos dicen que es malo, no porque verdaderamente lo creamos”, comenta Pedro Rodríguez, psicólogo clínico y miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid.

Los objetivos son muchos y demasiado generales.  “Nos ponemos metas abstractas, como ‘el año que viene, adelgazo’ y eso es más difícil de cumplir que si se ha establecido un objetivo concreto”, explica el también psicólogo clínico Miguel Silveira.

No se planifica.  En general, no se evalúa el esfuerzo que supondrá poner en marcha una nueva iniciativa y qué medios e intensidad serán necesarios para ponerla en marcha.

Falta perseverancia. “Tomar una decisión no cuesta nada, pero llevarla a cabo supone un esfuerzo -a veces importante-, lo que puede hacer que la voluntad se vaya relajando”, señala Silveira, que pertenece al Colegio de Psicólogos de Asturias. Tome nota y haga mejores planificaciones.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas