Fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que estableció un día para fomentar la responsabilidad de las personas sobre todo de los jóvenes para controlar el consumo de alcohol.
De este modo, el 15 de noviembre es el Día Mundial Sin Alcohol, en el que gracias a diversas iniciativas se pretende concientizar a la población de las graves consecuencias que puede llegar a tener su consumo en el organismo.
Según el informe del año 2017 de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), el consumo de sustancias ilícitas y abuso de alcohol en la población de entre 12 y 17 años aumentó.
«De los niños y adolescentes que consumieron alcohol en el último mes, 1 de cada 2 lo hizo de forma abusiva. Esto representa 82.453 niños y adolescentes. Hay 2.299.598 de nuevos consumidores de alcohol en el último año, de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes».
Para el doctor Gabriel Lapman (MN 119066), cardiólogo y nefrólogo del Sanatorio Modelo de Caseros, no existe ningún tipo de beneficio con respecto al consumo de alcohol: «Es una sustancia que se asocia muchas veces a lo social, pero es muy peligrosa, ya que es una droga psicoactiva que tiene muchos efectos sobre el organismo. A mayor consumo, peor es el efecto en el cuerpo a corto y a largo plazo«.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud advirtió que el exceso de alcohol en los más jóvenes reduce el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo como las relaciones sexuales no protegidas y además es una de las principales causas de lesiones, violencia y muertes prematuras.
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Según Lapman hay distintos tipos de intoxicaciones de acuerdo al grado de alcoholemia. «Por un lado está el alcoholismo agudo, que se da cuando la persona tiene una cantidad de alcohol de más en sangre pero es algo ocasional no de manera diaria», comentó el profesional.
Para el doctor Esteban Chilelli, médico clínico del Sanatorio Modelo de Caseros, esta es una problemática que afecta a los adolescentes así como a los adultos que tuvieron episodios muy fuerte de alcoholismo durante su juventud:
«La gente debe apostar al consumo responsable de esta droga legal, ya que el consumo crónico es muy frecuente porque son pequeñas dosis diarias que generan una alteración en el sistema nervioso central».
En cuanto a la intoxicación aguda, Lapman fue claro: «Tenemos una fase inicial en donde se ven movimientos poco coordinados, luego viene la cefalea y puede estar acompañado por vómitos, náuseas hasta llegar al coma alcohólico y posteriormente a la muerte».
Según la Asociación Toxicológica Argentina, tanto en el plano individual como en el social, se han identificado diversos factores que influyen en los niveles y hábitos de consumo de alcohol, así como en la magnitud de los problemas relacionados con el alcohol en las comunidades.
Si bien no existe un único factor de riesgo dominante, cuantos más factores vulnerables converjan en una persona, más probable será que desarrolle problemas relacionados con el alcohol como consecuencia de su consumo.
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En cuanto a los efectos a largo plazo, «el alcohol es el principal responsable de la cirrosis hepática, las muertes por accidente de tránsito, pérdida de memoria, déficit de vitaminas, trastornos en el sistema nervioso, en el corazón aumenta la presión sanguínea, el paciente enrojece, arritmias, muertes a largo plazo por hemorragia masiva y tantas otras», enfatizó Lapman.
De todas las muertes relacionadas con el alcohol, según un estudio de la OMS, el 28% fueron a causa de heridas provocadas en accidentes de tránsito, automutilaciones o violencia interpersonal; el 21% a causa de desórdenes digestivos, 19% a causa de enfermedades cardiovasculares y el resto por enfermedades infecciosas, cánceres y desórdenes mentales, entre otros.
En cuanto al grupo más afectado por el consumo de alcohol, el médico no dudó en afirmar que los adolescentes están más expuestos más que a ningún otro grupo.
«Es moneda corriente ver a los más jóvenes entrando en la guardia por un coma alcohólico los fines de semana, es una epidemia que se debe tratar como sea, ya que no tiene ningún tipo de beneficio en el organismo, se debe evitar a toda costa el consumo abusivo desde la adolescencia», concluyó Lapman.