¿Por qué Estados Unidos no aisla a todos los pacientes potenciales con ébola?

¿Por qué Estados Unidos no aisla a todos los pacientes potenciales con ébola?

WASHINGTON. Para los estadounidenses que se pregunten por qué el presidente Barack Obama no ha obligado a todos los estados a seguir una única norma nacional para aislar a potenciales pacientes con ébola, la Casa Blanca tiene una rápida respuesta: Hable con los Padres Fundadores.

Una maraña de políticas estatales, algunas de las cuales contradicen directamente las recomendaciones de Obama, han sembrado confusión sobre lo que se necesita realmente para evitar que el ébola se expanda por Estados Unidos.

Mientras defensores de la sanidad pública denuncian las cuarentenas estatales como draconianas y sin base científica, los ansiosos ciudadanos en estados sin cuarentena están preguntándose si corren mayor riesgo porque sus gobernantes y el presidente han tomado un nivel de precaución menor. Si los departamentos de salud pública de todo el país no están interpretando la misma melodía, puede ser por diseño.

Aunque la Constitución da poder al gobierno federal para aislar a las personas enfermas que entran en Estados Unidos o viajan entre estados, son los propios estados los que tienen la autoridad última para regular la salud pública en Estados Unidos— incluyendo la decisión de hacer cumplir las cuarentenas dentro de sus fronteras.

“Supongo que podría hablarlo con James Madison”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, refiriéndose al cuarto presidente y personaje clave en la redacción de la Constitución, cuando fue preguntado por qué no existe una política federal vinculante.

Esto es irónico, quizás, viniendo de un gobierno al que los republicanos acusan continuamente de exceder su autoridad legal en todos los asuntos, desde inmigración a atención sanitaria o política exterior. Con los estados y localidades con suficiente con suficiente autoridad para imponer cuarentenas por sí mismos, Earnest dijo que el papel del gobierno federal era “reunir evidencias científicas” para las mejores prácticas contra la expansión del ébola.

El lunes, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas in ingles) hicieron precisamente eso.

El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciones de los Institutos Nacionales de Salud, el médico Anthony Fauci, defendió el martes la política de Washington, pero dijo que los estados tenían derecho a “hacer un esfuerzo adicional”, si querían.

En una aparición en el programa de la cadena de televisión ABC “Good Morning America”, Fauci declinó criticar las estrictas cuarentenas impuestas en Nueva York y Nueva Jersey por sus gobernadores Andrew Cuomo y Chris Christie. “No quiero usar la palabra error”, dijo.

“Lo están haciendo de buena fe”. Christie dijo el martes que siente que las últimas recomendaciones de los CDC son “increíblemente confusas”. “Los CDC está por detrás en esto”, dijo en el programa de NBC “Today”.

“En última instancia, los gobernadores tienen la responsabilidad de proteger la salud pública de la gente dentro de sus fronteras”. Fauci, en una aparición en CNN, dijo que las recomendaciones de los CDC están “basadas en la ciencia, en lo que sabemos y en cómo se transmite.

Es una buena combinación, basada en la ciencia, del nivel de riesgo con el tipo de seguimiento del tipo de restricciones.

Basadas en evidencias científicas además de en la experiencia”. “Cuando empiezas a recibir la carga viral suficiente como para ser transmitida, te sientes muy, muy mal”, añadió.

Por primera vez, los CDC recomendaron 21 días de aislamiento y restricciones de viaje para personas con mayor riesgo de ébola — una enfermera que se pinchó con una aguja mientras trataba a un paciente de ébola en Guinea, por ejemplo — aunque no muestren síntomas.

Pero las recomendaciones son solo eso: recomendaciones. Los estados siguen siendo libres para ir más allá de las recomendaciones de los CDC. Y si los estados optan por ser más indulgentes, no hay casi nada que Obama pueda hacer para obligarlos.

Un caso en cuestión: Una orden emitida el viernes por Nueva Jersey, similar a otra en Nueva York, requiere tres semanas de cuarentena para cualquiera que haya tratado a pacientes con ébola en África occidental — no solo para los considerados de alto riesgo por pincharse con una aguja o un error con el equipamiento de protección adecuado.

Pero con las nuevas directrices federales, esos trabajadores de bajo riesgo solo deben medirse la temperatura dos veces al día.

Expertos legales dicen que Nueva York y Nueva Jersey podrían caminar sobre un terreno jurídico inestable. Para justificar una infracción de las libertades civiles individuales, como la libertad de movimientos, los estados se enfrentan a un alto estándar para demostrar que sus órdenes se basan en la ciencia y la epidemiología.

A los tribunales también les gusta ver que los estados trabajan de la forma más cercana posible en lugar de a grandes rasgos, como sería el agrupar a todos los que trataron pacientes con ébola aunque estén sanos.

Este tipo de cuarentenas amplias son casi inauditas en la historia de Estados Unidos. Casi siempre han estado limitadas a enfermedades que se transmiten por el aire y se adquieren con facilidad. Expertos de salud pública dicen que el ébola no es de ninguno de estos tipos.

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