JESÚS DE LA ROSA
Mientras los de la oposición apostaban al fracaso de la construcción del Metro de Santo Domingo, el gobierno del presidente Fernández volcaba sus esperanzas en la modernidad, invirtiendo cuantiosos recursos en ese sistema de transporte colectivo que habría de marcar la diferencia entre lo que hoy se tiene y lo que vendrá después.

Las estrategias electorales y políticas que desarrolló el presidente Fernández tuvieron mucho que ver con su triunfo en las recién celebradas elecciones.

El equipo de campaña del presidente Fernández supo capitalizar a favor del proyecto de la reelección la ignorancia y los errores de la oposición.

Los resultados de las encuestas de seis firmas internacionales de sondeo de opinión pública coincidían en dar como ganador al presidente Fernández en una primera vuelta electoral. Ante ese hecho, los de la oposición reaccionaban descalificando esos experticios y alegando que estaban siendo víctimas de una conspiración mediática. Ni siquiera fueron capaces de entender que  no podían estar errados los resultados coincidentes de seis firmas de sondeo de opinión pública de prestigio internacional.

Ahora, “analistas” de la oposición vocean a los cuatro vientos que Leonel Fernández no ganó las elecciones del 16 de mayo, sino que las compró con recursos del Estado. Asumen esa actitud, muy a pesar de la ventaja de más de 600 mil votos de Leonel Fernández sobre Miguel Vargas. Entre la población de votantes residentes en el exterior, el margen de  ganancia de Leonel Fernández sobre Miguel Vargas fue mayor que el que alcanzó entre los votantes que viven aquí. Nos preguntamos: ¿Los opositores a la reelección acusarán al candidato del partido morado de comprar cédulas y pasaportes de sufragantes dominicanos residentes en el exterior?

Leonel Fernández ganó las elecciones del 16 de mayo por los haberes de su gobierno en materia económica y en materia de política fiscal; por los acueductos, carreteras, puentes y otras obras civiles que construyó; por el auge y expansión que experimentaron las comunicaciones y las  tecnologías de punta; por la remodelación del Aula Magna de la UASD y por la construcción de su Biblioteca Central; por las ciudades universitarias que edificó en Puerto Plata, Santiago y en otras ciudades del país; por los hospitales, escuelas y viviendas que levantó; por las simpatías generadas por su comportamiento hacia los demás: y por su forma de gobernar.