¿Por qué ha logrado Danilo Medina sintonizar con la gente?

¿Por qué ha logrado Danilo Medina sintonizar con la gente?

A pesar de la  existencia de múltiples problemas económicos,  falta de empleos, inseguridad ciudadana, apagones, entre otros, el país le reconoce al Presidente Medina  sus esfuerzos para  aminorarlos. Con su proceder discreto, perseverante y abierto,  ha merecido la aceptación incluso de muchos adversarios. Su  estilo ha logrado sintonizar con la gente.

Porque los gobiernos y los pueblos se comportan como en los hogares. Una familia puede estar pasando por situaciones difíciles, pero si los padres se fajan, dejan de hacer cosas que hacían en otras épocas,  le dedican  tiempo a buscar soluciones y  hacen sacrificios, los hijos los admiran, pero además se limitan en hacerles muchas exigencias. Ahora bien,  si se percatan de que juegan, toman y gastan superfluamente lo que deberían usar en la casa, la situación no será igual.

 Llegar a un año de gobierno en medio de dificultades, pero con un alto porcentaje de aceptación popular, además de satisfacción, representa un reto, porque     esa misma  gente que reconoce sus esfuerzos, espera que su situación mejore. Saben o perciben la buena voluntad del gobierno, pero necesitan soluciones. Y cuando no hay posibilidades reales de soluciones, entonces tienen que redoblar los esfuerzos y los sacrificios para que la ciudadanía lo perciba.

Esa es una parte esencial para  cualquier político, en el gobierno o en la oposición. Que haya autenticidad entre lo que se dice y se hace. Que la gente perciba que no hay separación  entre la idea que se forja de ellos y sus acciones.

Aunque se pueda decir que ha contado con factores que no son producto de sus esfuerzos, su éxito  como Presidente hasta el momento  ha sido esa, crear la imagen de un hombre esforzado por solucionar problemas. Haciéndolo sin fanfarrias, sin entrar en contradicciones con la oposición y sin crear conflictos. Ha tenido oposición, aunque  no monolítica. Separadas y sin obedecer a estrategias,  pero en todo caso la culpa es de la propia oposición y no del gobierno.

Mañana precisamente esteremos a 16 de agosto. La gente espera que al arribar a  su primer año en el poder, se aceleren acciones  alentadoras sobre posibles soluciones a las necesidades más urgentes, que son muchas, incluyendo entre otras, adoptar medidas enérgicas y practicas con respecto al prolongado y fatídico problema eléctrico.

 El país espera que al igual que con el caso Barrick, el gobierno actúe con energía en la búsqueda de soluciones. Y si hay que airear los contratos, que se haga. Pero que haya soluciones. Eso sería muy bueno, no solo para el presidente y el gobierno, sino para todo el mundo, incluyendo  los propios contratistas, a quienes la gente  vería, no como grupos que solo piensan en sus intereses, sino como parte importante del desarrollo nacional.

La satisfacción que representa para el gobierno llegar a un año con una excepcional aceptación, lo obliga a  mantener y redoblar su  ritmo de trabajo, para que en el segundo tramo, pueda mantener  valoraciones  aceptables. 

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