Pocos juicios en EE.UU. en los últimos años han generado tantas asperezas. ¿Qué tiene el caso de Kyle Rittenhouse que divide tanto al país?
Dentro de la sala del tribunal, el joven de 18 años temblaba cuando escuchó al jurado absolverlo de los cinco cargos de los que se le acusaba, incluido el de homicidio intencional.
Mató a dos hombres durante los disturbios raciales en Wisconsin, pero convenció con éxito al jurado de que solo usó su arma semiautomática porque temía por su vida.
Mientras tanto, afuera de la corte, unos autos pasaban tocando sus bocinas y vitoreando. Algunos pasajeros salían por las ventanas gritando «¡Liberen a Kyle!» y «¡Amamos la Segunda Enmienda!».
Otras personas se mostraron angustiadas por el veredicto: un hombre se derrumbó en los escalones de la sala del tribunal llorando y dijo que si Rittenhouse hubiera sido negro, lo habrían matado a tiros.
He aquí por qué el caso provocó emociones tan profundas.
Defensa propia
La absolución de Rittenhouse dependió de los detalles específicos de las leyes de autodefensa de Wisconsin y tuvo en cuenta el estado de ánimo del joven en el momento de los disparos.
El primero ocurrió cuando Joseph Rosenbaum intentó agarrar el arma de Rittenhouse. Los dos siguientes, después de que dos hombres, uno de los cuales estaba armado, se enfrentaran a Rittenhouse tras el tiroteo de Rosenbaum.
La ley considera si el señor Rittenhouse creía que se encontraba en una amenaza inminente de sufrir daños, pero no tiene en cuenta las decisiones que tomó en las horas y días anteriores que lo pusieron en medio de una situación volátil, con las armas desenfundadas y los ánimos enardecidos.
El juicio podría impulsar una nueva evaluación de las leyes de autodefensa en EE.UU. y sobre si sopesan suficientemente la totalidad de las circunstancias que involucran el uso de fuerza letal, particularmente en una sociedad donde las restricciones a la posesión de armas de fuego se han relajado.
Hasta ahora, la tendencia ha sido ampliar el derecho de autodefensa en muchos estados a través de la «doctrina del castillo» y de las leyes de Stand Your Gound («mantente en tu sitio» o «alto o disparo») que otorgan a las personas un presunto derecho a usar la fuerza para proteger sus hogares y a ellos mismos, en lugar de retroceder en una confrontación.
La división por el juicio de Rittenhouse podría alimentar aún más el debate sobre si esas leyes van demasiado lejos, o no lo suficiente.
Raza
La raza no es fundamental en este caso, pero para un hombre lo es.
Jacob Blake, que es negro, recibió siete disparos de un oficial de policía blanco en Kenosha, Wisconsin, en 2020.
Fue ese tiroteo lo que provocó las violentas protestas. El policía sigue en su puesto de trabajo. Blake dijo en una entrevista que si Rittenhouse hubiera sido de una etnia diferente, lo habrían matado.
Rittenhouse no fue arrestado inmediatamente después de que disparó a tres hombres blancos, dos de ellos fatalmente, a pesar de haberse entregado a la policía.
Los manifestantes de Black Lives Matter afuera de la corte dijeron que es el «privilegio de los blancos» lo que le ha permitido al adolescente incluso tener un juicio justo.
Armas
El juicio de Rittenhouse ha destacado una vez más las leyes que restringen la posesión y el uso de armas en Estados Unidos que varían ampliamente según la jurisdicción estatal y local.
A menudo, las regulaciones son menos que precisas y son resultado de intensos debates legislativos sobre los tipos de armas de fuego cubiertos y bajo qué circunstancias se aplican las leyes.
Un día antes de los alegatos finales en el juicio de Rittenhouse, el juez Bruce Schroeder ordenó que uno de los cargos, el haber violado una ley estatal que prohíbe que una persona menor de 18 años posea un «arma peligrosa», se retire porque el rifle que llevaba el joven no estaba prohibido para él.
La decisión se centró en la longitud del cañón del arma de fuego, que habría estado prohibida para Rittenhouse si hubiera sido unos centímetros más corto.
Los activistas por el control de armas citan esta decisión como otro ejemplo más del tipo de laguna jurídica que podría remediarse con leyes nacionales más uniformes sobre armas.
Si bien la ley de Wisconsin de 30 años contiene una disposición que permite que los jóvenes de 16 y 17 años vayan a cazar, consideran que el arma que portaba el señor Rittenhouse es claramente «peligrosa» en las circunstancias en que la usó.
Los activistas por los derechos de las armas, por otro lado, han celebrado el derecho de Rittenhouse a poseer tales armas y a usarlas para defenderse.
«Si no fuera por los jóvenes de 17 años con armas», tuiteó el candidato republicano al Senado de Ohio, Josh Mandel, «seguiríamos siendo súbditos británicos».
El juez
Bruce Schroeder es el juez con más años de servicio en el sistema judicial del estado de Wisconsin. Fue nombrado por un gobernador demócrata en 1983 y ha ganado las elecciones a su escaño siete veces desde entonces, cada una por un margen abrumador.
Quizás era inevitable que el juez se convirtiera en el centro de atención en un juicio televisado a nivel nacional de tan alto perfil, pero la inusual tradición estadounidense de elegir jueces ha hecho que la delicada situación política sea aún más tensa.
A lo largo de los años, el juez Schroeder ha desarrollado hábitos característicos, como permitir que los acusados realicen los sorteos al azar que seleccionan a su jurado final y cuestionar a los jurados sobre trivialidades esotéricas.
También se ha ganado una reputación como jurista a favor de la defensa, algo más cimentada por sus iracundos intercambios con los fiscales durante el juicio de Rittenhouse.
Dada la naturaleza política altamente cargada del juicio, muchas de esas peculiaridades y elecciones han sido examinadas en busca de evidencia de sesgo.
Sus fallos para retirar el cargo de arma de fuego ilegal y decir que los hombres a los que disparó Rittenhouse no podían ser llamados «víctimas» fueron criticados por muchos en la izquierda.
Incluso su elección del tono de llamada de su teléfono móvil, el himno patriótico God Bless The USA («Dios bendiga a Estados Unidos»), un elemento básico de las manifestaciones de Donald Trump en los últimos años, ocupó los titulares como posible evidencia de sus inclinaciones políticas.