¿Por qué la gente no tiene lo que dice que quiere?

¿Por qué la gente no tiene lo que dice que quiere?

El deseo es lo que lleva a la Eternidad a lo Eterno”.
Abraham Hicks
 
Hace unos días, una amiga me preguntó por qué no consigue hacer realidad un sueño cuando ya ha hecho “todo” lo que se supone que hay que hacer, o al menos una gran parte. Actualmente, la fuerza para crear no proviene de los deseos individuales. El nivel de evolución que vivimos, hace que el poder de co-creación proceda del servicio que podemos dar a los demás con lo que manifestamos.  
 
Aunque en el momento no tuve una respuesta, ahora puedo decirle a ella y a ustedes que cuando algo no se manifiesta, es porque no hemos soñado lo que creemos que deseamos desde el verdadero yo. ¿Qué es el verdadero yo? Es el lugar mental y emocional en el que eres real, más allá de las circunstancias que vives. Es el espacio de intimidad de tu propio ser, donde no hay falsedad, tensión ni mentira, y el amor te abarca primero a ti y después a los otros.
 
Muchas veces, a pesar de que hemos leído libros, tomado importantes cursos, escuchado muchas conferencias, asistido a talleres y hecho prácticas espirituales muy eficaces, hay algo que interfiere que nos lleva a pensar y sentir que deseamos algo, que en realidad no le interesa tanto a nuestra alma como a nuestro ego. Los deseos que no provienen del verdadero yo son manejados por el ego.
 
El ser humano es el único ser vivo que siente miedo. Por esta razón, es también la única criatura que se resiste a la ley de evolución y expansión que rige a la naturaleza. Los miedos son frenos para la materialización de los deseos. San Pablo dice: “La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo”.
 
El ego alimenta sus fuerzas del miedo, no del amor. Solo se puede amar de verdad cuando participa el alma. Pero, ¿Qué pasa cuando tenemos miedo de que el espíritu conquiste nuestra alma? Napoleón dijo: “Aquel que teme ser conquistado seguramente será derrotado”. Cuando no es conquistada por el espíritu, el alma es derrotada por la materia, a la que le servirá como un esclavo a su amo. ¿Quién puede ser feliz esclavizado?
 
La escritora francesa Ninon de Lenclos dijo: “Cuando nuestros sueños se han cumplido es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de nuestra realidad”. Quien le da el poder a la realidad como se presenta, en vez de otorgárselo al poder de imaginar con que ha sido dotado por el Creador, debilita su deseo al bajar su calibración para identificarse con la materia.
 
Hay una relación muy estrecha entre el sueño (proyecto o deseo) y el nivel de conciencia. Sólo podemos co-crear con facilidad cuando nuestro nivel vibracional está alineado con la “identidad álmica”. En estado libre, tu alma está completa y feliz con quien eres, tal y como es ahora. Al alma no le falta nada, porque no conoce la separación. Nada de lo que puedas llegar a tener o lograr le pueda sumar nada más a tu alma.
 
El alma está unida y conectada con todo lo demás. Cuando un deseo te hace feliz, porque te conecta con los dones que te acompañan o porque sirve a los otros, tu alma se unirá a él ¡y el deseo se manifestará! La manifestación es indetenible cuando desarrollar y dar a conocer los dones y talentos que has recibido de Dios, y que sólo son conocidos por tu verdadero yo, es el origen de tus deseos.
 
Si tus deseos provienen de otro espacio, ocurrirá que tu alma andará perdida, porque el nivel de Luz que la guía será insuficiente. Cuando esto pasa, además de no contar con la guía de tu alma, tampoco la sabiduría que proviene de tus dones y talentos será parte de tus recursos. En vez de emprender un camino hacia adelante y hacia más, iniciarás un emocionante viaje de autodescubrimiento hacia adentro.
 
A medida que te reconozcas podrás contactar tu propia Luz interior, y poco a poco podrás retomar al sendero que te lleva al logro de tus auténticos sueños. El poder para materializar los sueños proviene de tres verbos que nos acercan a la unión y conexión con todo lo que es: compartir, servir y ayudar.
 
Conozco el cansancio interior que acompaña a quien avanza sin que su alma participe. Sé muy bien que la debilidad y el agotamiento pueden aprisionarnos mientras vivimos un intenso tiempo de aprendizaje, en el que andamos detrás de la materialización de escurridizos deseos. Creéme cuando te digo que lo sé. Pero también sé que ha llegado la época de experimentar un extraordinario poder, para crear la realidad que vivimos desde la responsabilidad.
 
El novelista Paulo Coelho escribió: “El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”. Si gran parte de tu día se enfoca en producer, es tiempo de usar los recursos con los que cuentas para madurar, crecer y evolucionar. El Universo entero acompaña este gran salto de conciencia.
Estamos experimentando un despertar generalizado. 
 
¿Vas a seguir dejando que la ilusión de separación agote tus fuerzas, o vas a consentir a que el poder del amor te transforme para reconocer que no te hace falta nada? La mayor tarea que tenemos es reconocer y disfrutar la belleza. En Chamanismo aprendí a hacerlo desde “lo necesario”. La necesidad nosh ace identificarnos con el ego (materia), en cambio la belleza nos lleva  a identicarnos con el ser (espíritu).
 
¡Cuánta verdad encontramos en la frase del sabio Confucio cuando dijo:  ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir!”. Tú y yo somos Uno. ¿Estás disfrutando la belleza que el amor nos permite apreciar?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas