¿Por qué la República pendiente?

¿Por qué la República pendiente?

Millizen Uribe

Tengo que confesar que en un país donde, lamentablemente, en el actuar público muchas veces prima la defensa de intereses personales y no colectivos, me siento ridícula, y hasta un poco anticuada, hablando de Duarte, de República, de patria y de un mejor país.
También sé que me enfrento a la desconfianza y suspicacia porque nos han vendido que aquí todo el mundo anda buscándosela o procurando lo suyo.
Sin embargo, y perdonen de antemano que hoy esta columna tenga un acento más íntimo, tengo que decirlo. La semana pasada puse a circular un libro que compila mis artículos publicados en este espacio y lo hice bajo el interés de que puedan aportar a que cada 27 de Febrero no nos sorprenda con la pasiva actitud de conmemorar la proclamación de la República, sino con la conciencia de que todavía hay elementos del proyecto trinitario por los que aún tenemos que seguir luchando.
Precisamente por eso, el libro se titula La República pendiente. Porque cada artículo es un indicador perfecto de lo que no se ha logrado.
De que a 173 años de la proclamación de la República Dominicana resulta inconcebible que todavía haya dominicanos que mueran de hambre, que un 40% sea pobre, que un 80 de los que trabajan en el Estado ganen menos de 15 mil pesos, que una parte importante de la población tenga que lidiar con “apagones” y que nadie pueda consumir el agua de la llave porque no es potable.
A esta edad de la República, el sistema político debería ser maduro, diáfano y transparente para que la participación política y la representatividad estén garantizadas. El sistema económico debería convertir el crecimiento de la economía en desarrollo humano y mejora de las condiciones de vida de la gente y la justicia, un eje central en el pensamiento duartiano, debería primar en el país.
Por eso, más que un libro, la República pendiente es un simple recordatorio de que todavía hay razones para repensarnos como sociedad. Para luchar por logros colectivos y no por soluciones individuales.
Y es además un compromiso profesional, bajo el entendido de que los periodistas, los comunicadores sociales y los privilegiados que tenemos acceso a medios masivos de comunicación debemos usarlos en pro de la mayoría de la sociedad.
También el pago de una deuda generacional. Muestra que todavía hay jóvenes interesados y preocupados por el acontecer político, económico y social.
En fin, la República pendiente es una humilde aspiración a que algún día, y ojalá sea más temprano que tarde, tengamos un país políticamente democrático, socialmente justo y económicamente equitativo y que para lograr ello no todo está perdido, sino que, aunque suene cursi, cada día miles y miles de dominicanos ofrecen su corazón.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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