Por qué llueve donde llueve

Por qué llueve donde llueve

En muchas ocasiones he oído decir a campesinos: “Cuando se nubla allí, llueve”. Ciertamente, de allí viene aquí y puesto que las nubes están cargadas de humedad: vapor de agua luego pequeñísimas gotas y finalmente gotas cuyo peso propio no les permite quedarse sostenidas en el aire y caen, llueve. Las nubes se forman porque el calor solar evapora el agua de las grandes superficies de océanos y lagos, ese calor superficial calienta el aire y el aire caliente, más liviano que el frío, asciende hasta cierta altura donde la densidad no la deja subir más, la altura de las nubes es variable: ascienden y descienden empujadas por las densidades, más sencillo, por las temperaturas del día.

Las corrientes de aire son decisivas en determinar dónde llueve o no. Los aires en movimiento se denominan vientos, si estos soplan sobre los océanos no encuentran ningún obstáculo, por lo que se dirigen como los empujen los llamados centros de presión que son como grandes abanicos naturales. Sin embargo, cuando los vientos cargados de humedad al llegar a tierra encuentran montañas se originan dos fenómenos: los vientos se deslizan montaña arriba o pueden ser desviados. El primer caso hace que la humedad en la nube varíe, pues a medida que asciende encuentra temperaturas más bajas y llueve, desde luego más a barlovento donde dejan casi toda la humedad que a sotavento; en el segundo caso los vientos pueden llegar a lugares a la sombra de montañas que hubieran sido desérticos.

La RD es un país montañoso, nuestros sistemas de norte a sur, son: Cordillera Septentrional que protubera a Puerto Plata y Sierra de Samaná, Cordillera Central que conecta mediante la Sierra de Yamasá y Los Haitises con la Cordillera Oriental, Sierra de Neiba y Sierra de Baoruco. La observación del mapa orográfico dominicano muestra que pocas áreas son llanas, por tanto, se generan múltiples interferencias con los vientos que nos llegan. Haciendo una abstracción, podemos decir que nuestros sistemas montañosos son más o menos paralelos, de esta manera se forman los alargados valles del Cibao y San Juan, asimismo, la Llanura Costera del Este, Llanura de Azua, Hoya de Enriquillo, Sur de la Península de Barahona. Estos valles, llanuras y áreas acusan angulamientos con relación a la dirección de los vientos predominantes. Hay, no obstante, una notable excepción, las estribaciones Este de la Central giran cerca de 90 grados con relación a la dirección que trae de occidente y terminan entre San Cristóbal y la bahía de Ocoa.

Los vientos que nos bañan soplan desde el Este-Noreste y desde el Este-Sureste. Al entrar en nuestro país chocan con nuestras montañas que tienen, en general, un rumbo Oeste-Noroeste a Este-Sureste. Si estas direcciones complican el entendimiento del lector, considere que los vientos nos llegan del Este y las montañas y valles se alinean Oeste-Este.

Los vientos húmedos del Atlántico chocan con la Sierra de Samaná y la Cordillera Septentrional, descargan la mayoría del agua de Samaná a Puerto Plata. Monte Cristi y el valle del Cibao Occidental, están a sotavento de la Septentrional, por tanto, como las nubes descargaron a barlovento de esa cordillera, el CO es seco. Otros vientos húmedos que penetran al país por la bahía de Samaná son encañonados por la Sierra de Samaná y Cordillera del Oriental, pasan por Los Haitises, por la Sierra de Yamasá y el valle oriental del Cibao, de esa forma chocan con el quiebre de la cordillera Central, en consecuencia, toda la zona que va del Bajo Yuna, Villa Altagracia, Bonao, La Vega, San Francisco de Macorís, gocen de abundantes precipitaciones. Sin embargo la humedad inicial va disminuyendo y ya para Moca y Santiago debe llover menos.

La Llanura de Azua y la Hoya de Enriquillo están prácticamente aisladas a los vientos que llegan del Este, por tanto, son secas. El valle de San Juan entre la Sierra de Neiba y la Central recibe pocas lluvias al Oeste y algunas al Este, porque entre las montañas hay una pequeña brecha por donde penetran las corrientes desviadas por la Sierra de Martín García.

Un caso interesante es la Llanura Costera del Caribe o Este que no opone ningún obstáculo a los vientos húmedos, sin embargo, es seca en su mitad oriental. ¿Por qué llueve menos ahí? Esta llanura puede asimilarse a un plano inclinado con su parte más baja en las playas de la provincia Altagracia y la más alta en la falda del quiebre de la cordillera Central, curso del Alto y Medio Haina; mi teoría es que los vientos cargados de humedad entran a la Llanura y requieren cierta longitud para encontrar la altura que genera temperaturas del suelo que condensen el vapor de agua y lo precipiten, por tanto, llueve más al Oeste que al Este.

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