¿Por qué los motines en las penitenciarías?

¿Por qué los motines en las penitenciarías?

Un motín es una rebelión contra la autoridad del sistema de justicia, es la expresión agitada y tumultuosa de las condiciones de vida que le ofrece el penal.

Se producen como intentos de fuga, debido a la presencia de reclusos narcotraficantes, que aprovechan las crisis periódicas de las cárceles para utilizar el motín como medio de huida, de escape; existen como la obra de los delincuentes comunes dispuestos a usar la fuerza y aprovechar cualquier desorganización del penal y fundamentalmente tiene por objetivo enfrentar a las autoridades del penal con la masa de reclusos comunes, que en principio se amotinan por creencias que buscan mejorar su situación legal y de coexistencia; la causa suele ser lucha interna de los mismos reclusos por defender el tráfico de drogas, que en nuestras cárceles es una constante peligrosa, porque involucra a las autoridades policiales, lamentablemente.

El por qué de los motines, más bien, guarda relación con la represión judicial y policial, porque el preso siente que el sistema carcelario lo sujeta más allá de la prisión legal y lo expone a humillaciones francamente tiránicas.

En nuestras cárceles hay maltrato, la humillación, el odio de las requisas. En el motín intervienen dos mundos porfiados y antagónicos: los reclusos y los policías. Y cuando los mismos reclusos se deciden por el motín, se queman colchas, ventanas; ellos sienten que el fuego es su única arma en estos casos. Se secuestran agentes de custodia, visitas; llega la policía, los gases lacrimógenos, hay vómitos, diarreas, una gran agitación y el pánico se generaliza. Cuando vemos el fuego salir por las ventanillas enrejadas, el recluso espera con desesperación la llegada de la prensa, su única defensa.

No hay motín sin público, menos aún sin testigos y el fuego es la única forma de atraer la atención. Esto quiere decir, que los mismos reclusos advierten a sus visitantes de la situación. La acción de estos posibilita la llegada de fiscal, hombre importante en estos casos. Al final del motín, el abatimiento que experimentan todos, incluso los familiares, es verdaderamente grande.

Otras de las causas de los motines es debido simplemente al clima emocional de una cárcel superpoblada, debido al reducido espacio físico vital con que vive un recluso común en una de nuestras cárceles. Como en casi todas las complicaciones de la vida de los humanos, el motín carcelario es un problema de espacio, y el hacinamiento crítico existente lo que hace es propiciarlo en forma sostenida.

Los motines podrían evitarse incluyendo, en principio, un número limitado de reclusos con un mejor y adecuado espacio individual, en estos establecimientos. Se insiste en la vigilancia de los centros penitenciarios por medios electrónicos para anteponerse a los motines. En definitiva, existen los motines en las cárceles como una forma de los reclusos poder controlar el penal.

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