¿Por qué me dejo maltratar?

¿Por qué me dejo maltratar?

Así como existe un perfil del agresor en una relación con violencia, las mujeres maltratadas tienen características en común que explican, en la mayoría de los casos, las razones por las cuáles persisten en este tipo de relaciones.

No se trata de mujeres que, coincidencialmente, encontraron un agresor del cual no pudieron escapar. Son, casi siempre, mujeres que arrastran con un pasado que las convierte en potenciales víctimas de un agresor.

La familia de origen tiene mucho que ver, según lo afirma la psicóloga Heidy Camilo, experta en violencia intrafamiliar, quien dice que la mayoría de las mujeres vieron a sus padres maltratar a sus mamás y llevan todas estas vulnerabilidades a su relación de pareja.

Es por esto que, tal y como explica, para esas mujeres recibir maltratos es algo  casi natural. “Casi siempre una relación de abuso es normalizada. Para estas mujeres es normal que se den este tipo de cosas: que el hombre les pegue, las humille, las maltrate… y ellas aceptan, no porque quieran, sino porque han sido socializadas para eso”, expresa la doctora Camilo.

Para explicarlo mejor, la especialista enfrenta dos perfiles: por un lado hay un tipo de mujer con un nivel de autoestima adecuado, un concepto reafirmado sobre sí misma y sin experiencias de violencia en su familia de origen, la cual difícilmente caerá en manos de un agresor. “Es muy difícil que entablen una relación con este tipo de personas (agresores) porque inmediatamente se dan cuenta de su personalidad ponen límites y la terminan”. Pero del otro lado, están las mujeres que sufren del fenómeno que la experta llama como “doble ciego”, un estado que “las lleva a ver que no están viendo”.

“Es como una especie de ‘déjame cerrar los ojos para no ver el sufrimiento que esto me está causando’. Entonces esta parte de no ver el dolor, de  no verte a ti misma, permite que continúes en una relación con violencia”, describe.

Por qué no pueden escapar

Las mujeres maltratadas tienen tan baja autoestima que no se sienten capaces de sobrevivir en el mundo sin tener al lado a su compañero, aunque éste aporte más mal que bien.

De hecho, se sienten tan incapaces e inseguras de sí mismas que llegan a ver la agresión como la forma en que su pareja la cuida, como sentir protección dentro de la desprotección.

Camilo añade que “son mujeres que han sido aisladas completamente. Viven en su casa aisladas en una jaula que se llama ‘hogar’ que les brinda seguridad porque es lo que ellas conocen, es lo que han vivido. Salir a la calle es una experiencia nueva que puede resultarles temerosa y ven a este hombre como un cuidador, llegan a asumir que las están protegiendo”.

Más características

Con frecuencia, las mujeres con tendencia a las relaciones violentas se ven a sí mismas como culpables de los problemas en la relación.  Lo que un día comienza como un simple reclamo injustificado puede llegar al punto de confundir a la víctima, llegándose a ver sí misma como la victimaria. El agresor busca la manera de justificar sus acciones depositando la culpa en la mujer hasta que ella siente que ella es quien necesita cambiar para que la relación funcione.

“Es tanto el elemento culpabilizador que la mujer llega a creer que es verdad, que tal vez si ella no se pone ese collar, o si ella no se pone esa ropa quizás el no hubiera peleado, porque ella faltó”, dice Camilo.

En las mujeres maltratadas también es muy frecuente la disociación, un mecanismo de defensa que desarrollan y que les lleva a separar elementos que normalmente están relacionados. Camilo ilustra que estas personas parecieran romperse dentro de sí, llegando a contar sus experiencias traumáticas sin reflejar el mínimo dolor.

“Cuentan el relato del maltrato como si no les hubiera pasado a ellas mismas y puede verse una incongruencia entre el relato y el estado afectivo de la persona que te cuenta que su pareja la golpeó con una sonrisa en los labios. Pero este es el mecanismo a que ha tenido que recurrir para poder sobrevivir a esa relación”.

 La experta expone que es lo mismo que sucede con mujeres que, tras largos años de matrimonio y con una familia formada, no logran identificar que el que muchas veces es un buen padre, también es quien las humilla, les pega, las maltrata y las abandona emocionalmente.

Necesito apoyo

El ser maltratadas no es el deseo de estas mujeres. Mas bien, como explica Camilo, ellas no son capaces de reconocer el maltrato y para hacerlo deben pasar por un proceso muy agudo. Y el maltrato ni siquiera es la razón que las lleva a la consulta con el experto, sino el deseo de solucionar los problemas para rescatar la relación.

A decir de la psicóloga, la violencia no se detiene sola y es necesaria la intervención de terceros, como la familia y la comunidad, que nunca deben abandonar a la mujer maltratada.

 “Si escucha un acto de violencia en una casa vecina,  avise a las autoridades, nadie se enterará de quién hizo la llamada y probablemente estará salvándole la vida a una persona”.

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Características de la mujer abusada

A nivel físico:

– Desarreglada, desaliñada

– Tiene problemas de salud como gastritis, úlcera, estreñimiento, diarrea, fibromialgia y muchas veces desarrolla diabetes o problemas de presión arterial

A nivel sicológico:

– Baja autoestima,  depresión, ansiedad, estrés post traumático, estados disociativos

A nivel social:

– Ausentismo laboral alto o  nunca han trabajado, gran costo a nivel de servicios de salud por causa de los traumas, aisladas en su hogar, no tienen apoyo de la familia porque él se ha encargado de alejarla de sus seres queridos

¿Cómo me doy cuenta?

Hágase las siguientes preguntas: Dentro de mi relación, ¿tengo la misma posición que mi pareja,  ¿Estoy yo sometida?¿Hay dominio?, ¿hay control?¿Impera más el miedo que la comunicación?

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