¿Por qué mienten los niños?

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La mentira infantil causa muchas inquietudes a los padres de familia, sin embargo, puede considerarse como parte del desarrollo normal de los niños. Este problema comienza cuando aprenden a decir “no”, entre los dos y cuatro años de edad.”

De esta forma podemos determinar las funciones y propósitos que tienen estas mentiras en su desarrollo emocional.

La psicología infantil es fascinante y representa un campo abierto para los psicólogos, ya que en la actualidad hacen falta más estudiosos de mente de los niños.

A continuación algunos ejemplos sobre las mentiras infantiles y lo que representan.

Cuando se oponen a un mandato o a una oposición de sus mayores: Por ejemplo, “ya comí” o “no me dejaron tarea”.

En el momento que no acepta una propuesta de un adulto porque empieza a crearse su propia visión de las cosas.

Por represión o para no sentirse avergonzado: por ejemplo, “no reprobé”, “no rompí el florero”. Para salvaguardar parte de su intimidad o privacidad. “Un ejemplo, cuando una niña es molestada por sus compañeras en la escuela y miente afirmando que se lleva bien con sus amiguitas.”

Los niños también mienten porque se defienden de una realidad que puede ser dolorosa para ellos, por ejemplo, “mi papá me quiere y siempre está conmigo”, aunque la realidad sea todo lo contrario.

En el sueño o el juego, los niños mienten con el objeto de satisfacer un deseo inalcanzable; “Mi papá se compró un auto del año”,”Voy a tener una fiesta en un salón infantil”, aunque los dos deseos sean irrealizables.

No obstante,el problema es cuando los niños comienzan a mentir sistemáticamente y los padres llegan desesperados a pedir ayuda profesional o bien, no saben cómo solucionar este problema:

Lo que sucede es que el psicoterapeuta trabaja con los símbolos, nunca confronta al niño a decir la verdad; esta se revela en los juegos, los sueños, sus cuentos, las anécdotas, las mentiras y también en las mentiras, porque finalmente hablan y definen su realidad emocional?.

En el momento en que las mentiras se vuelven recurrentes, se confirma que se está presentando un problema emocional.  Por ello se aconseja a los padres que estén en esta situación  acudir al psicólogo. Es un conflicto que puede resolverse con éxito si trata a tiempo”.

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