¿Por qué Montesino tiene una estatua en el Malecón? Un Viaje en la Historia lo explica

¿Por qué Montesino tiene una estatua en el Malecón? Un Viaje en la Historia lo explica

El estruendo del sermón de Fray Antonio de Montesino retumbó los cimientos de una aún no nacida nación que a través de su historia dio innumerables muestras del sentimiento de independencia, libertad e individualismo que a día de hoy sigue marcando el paso de un país. Las palabras del sacerdote, aún en la actualidad, a través de Un Viaje en la Historia, siguen estremeciendo a todos los dominicanos que las repasan.

El nuevo capítulo de Un Viaje en la Historia, de la Fundación Corripio, relata como los horrendos hechos que había presenciado a manos de los españoles llegados a la isla y de los cuáles los indios habían sido víctimas despertaron en el sacerdote dominico, Fray Antonio de Montesino, «Predicador eficaz», miembro del primer grupo de la orden dominicana del Nuevo Mundo Mundo, autorizados por el rey Fernando el Católico para convertir a los indios de la isla Española a la fe Católica, un sentimiento de rechazo que lo impulsó a recriminar y querer detener estos abusos.

Según los investigadores de Un Viaje en la Historia a la llegada de Cristóbal Colón a la isla en 1492 había alrededor de 400,000 indios en la Española. Unos 16 años más tarde, en 1508, quedaban 60,000. Cuando los dominicos llegaron para predicarles en 1510, la población aborigen se había reducido a menos de 35,000 personas.

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«Al ver el sufrimiento de los aborígenes a quienes habían venido a evangelizar, los frailes dominicos formularon una serie de quejas ante el gobernador de Santo Domingo, el almirante Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón, y uno de los principales encomenderos de la isla. Pero sus súplicas fueron ignoradas, y el sufrimiento de los indios continuó», se indica en el nuevo capítulo de Un Viaje en la Historia.

Lo que dijo Montesino

El 21 de diciembre de 1511 Antonio de Montesino tomó la palabra mientras todas las figuras importante de la isla se encontraban en la Iglesia en cuarto Domingo de Adviento. Allí dio su famoso sermón que aún a hoy día es recordado como la primera defensa contra los abusos de los que fueron víctima los indios en la isla.

“Yo, que soy la voz de Cristo en el desierto de esta isla y, por lo tanto, conviene que, con atención, no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos, la oigáis. ¡Esta voz es que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes!”.

Dijo Montesino en su primer sermón.

Montesino les preguntó a las autoridades de la isla ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y tan horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué derecho hacéis tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido en sus enfermedades, que los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día?

El reciente episodio de Un Viaje en la Historia explica cómo las autoridades, después de escuchar el sermón, se reunieron en la casa de Diego Colón para exigir que esta fuera amonestado si no se retractaba de lo dicho, pero fue entonces cuando se enteraron que la opinión de Montesino no era personal, sino que, representaba a toda la orden dominica en la isla.

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“Súfreme un poco y te enseñaré que vengo a hablar en nombre de Dios”, este fue el sermón que Montesino ofreció al domingo siguiente con el que acusó de forma más directa y y recriminaría a los españoles que cometían abusos contra los indios.

“Tornaré a referir desde su principio mi ciencia y verdad que el domingo pasado os prediqué y aquellas mis palabras, que así os amargaron, mostraré ser verdaderas”.

Dijo Montesino en su segundo sermón.

A pesar de que se solicitó al rey de España la expulsión de la orden dominica de la isla, además de otras sanciones, el sermón de Montesino sentó la bases de un cambio, uno que logró que muchos de los españoles en la isla miraran diferente (para bien) a los indígenas.

Te invitamos a ver este interesante capítulo de Un Viaje en la Historia, en el que los investigadores de la Fundación Corripio, abordan de manera detallada los hechos que hicieron digno y posible el reconocimiento de Fran Antonio de Montesino con una estatua gigante en una de nuestras principales vías y que recuerda a diario los dominicanos que deben levantar su voz en aras de la justicia y a favor de los más vulnerables. Además, entérate de cómo esta acción inspiraron a redactar las «Leyes de Burgos».

Le invitamos a ver la historia completa aquí:

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