¿Por qué no funciona Puerto Plata?

¿Por qué no funciona Puerto Plata?

Para muchos cibaeños, Puerto Plata siempre fue un lugar romántico, paradisíaco.  Tenía desde siempre tantas bellezas naturales  y se disfrutaba cada tramo del viaje desde Santiago por La Cumbre y la carretera turística, especialmente cuando se alcanzan a ver el mar y las llanuras de Monte Llano,  apenas diferenciables en la lejanía. (Mi padre, cuando yo niño lo acompañaba por esas soledades, detenía el vehículo y nos internábamos en la maleza, me decía, para dar una  “meada poética”).

En varias ocasiones hube insistido en que la mejor manera de preservar a la juventud  de la corrupción que les traería el turismo inminente, era con un plan que yo llamé “Sherezade”. La heroína de las mil y un noches se salvó de la vejación y la muerte de un sultán perverso, narrándole historias y leyendas llenas de poesía, artes y filosofía de la cultura de su pueblo,  que a su término, el sultán no pudo menos que amarla y respetarla.

Aquí la historia no es tan diferente: la de una bella ciudad que lo tiene todo y no hay razón para que no sea un destino turístico añorado y respetado, de clase mundial.  Playas, ríos, cascadas, lagunas, paisajes y montañas, junto al mar y al paisaje urbano,  observables desde un magnífico teleférico, recientemente reconstruido, lo mismo las playas, a las que el Estado restableció un esplendor mayor que en sus mejores épocas.

Puerto Plata es la envidia, no sólo de los demás destinos turísticos del país, sino de todo el Caribe y muchos lugares del mundo, por ser una ciudad buena de ver, con historia propia, fuerte, muralla y monumentos coloniales, y una espléndida arquitectura victoriana.

¿Qué más necesita un lugar para ser una marca de éxito?

Tiene, además, a Sosúa, Cabarete, Luperón, La Isabela, Maimón, Estero Hondo y todo lo que se pida. Excelentes hoteles, muelle local, cercanía a dos aeropuertos internacionales,  una ciudad principal a una hora de distancia, y a poco más de una, a Miami.

La verdad que cuesta entender por qué no funciona Puerto Plata.  Las fallas tienen que estar en el “marketing”, como dicen los españoles. O en la calidad de los servicios, de transporte, excusiones; acaso en la seguridad, o simplemente en la imagen, con tanto delito reportado, asesinatos o extorción  de visitantes o residentes extranjeros. Abundan grupos mafiosos que controla ciertas áreas de negocios, en contubernio con oficiales de cuerpos “del orden”,  abusos de transportistas y otras aberraciones. Son claras las tareas a que tienen que abocarse autoridades, munícipes y habitantes. Si hasta limpia luce la ciudad y las playas. Se piensa que el problema sería la falta de decisión y coraje de los puertoplateños.

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