Los padres de hoy enfrentan grandes retos en cuanto a la crianza de los hijos y su formación integral para que lleguen a ser hombres y mujeres de bien.

Una de las herramientas que pueden utilizar para llevar a cabo este objetivo es pertenecer activamente a una asociación de padres, que en el país se denominan Apmaes (Asociaciones de Padres, Madres y Tutores y Amigos de la Escuela).
Fueron instituidas mediante la ordenanza 09-2000, que establece que cada institución educativa debe contar con una de ellas.

¿Por qué “sacar” el tiempo? Muchos padres no han entendido la importancia de estas organizaciones, su utilidad para encontrar soluciones a problemas comunes entre los padres, y el impacto positivo que pueden llegar a tener en la vida de los niños, tanto dentro como fuera del ámbito escolar.

Entre las ventajas de pertenecer a una asociación de padres podemos mencionar las siguientes:
-Propician la comunicación entre los padres y el centro educativo, que se traduce en beneficio para los estudiantes, ya que los esfuerzos de ambos van encaminados a una misma dirección.

-Promueven la implementación de tutorías y escuelas formativas para los padres que les proporcionan herramientas para la formación de los niños.
-Los padres están mejor y más enterados del rendimiento académico y el comportamiento de sus hijos en el aula.

Arlym Constanzo, profesora del nivel inicial y media en el Colegio Miel, indica que aunque no necesariamente signifiquen un mayor desempeño escolar de los alumnos, fortalecen el proceso educativo e influyen en la toma de decisiones.

Por otro lado, Melvin Janna, presidente de la asociación de padres del Colegio Don Bosco, explica que a través de estas asociaciones los padres reciben herramientas para lidiar con temas como el “bullying” y situaciones que no son solo del colegio.

La buena noticia es que la mayoría saca el tiempo para asistir y están muy integrados.

Incluso algunos colaboran como tutores de niños que han presentado alguna dificultad de aprendizaje. También utilizan herramientas tecnológicas como las redes sociales, para distribuir listas de libros o dar cuenta de las actividades programadas en el calendario escolar. Janna expresa que esta actitud de los padres compromete aún más a los niños en sus tareas escolares.