República Dominicana debe seguir muy de cerca los cambios comerciales que se producirán en los principales mercados de Norteamérica como resultado de un endurecimiento de la política comercial de Estados y Canadá frente a México, para aprovecharlos en su favor.
Dado que México es uno de los principales competidores de la República Dominicana en esos mercados, el desenlace podría hacer más competitivos los productos dominicanos con relación a los mexicanos.
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Un endurecimiento de la política comercial estadounidense y canadiense sobre las importaciones provenientes de México no sólo permitiría que los productos dominicanos lleguen a esos mercados con menores tarifas, sino que, a diferencia de lo que podría ocurrir con los productos mexicanos, no estarían sometidos a procesos que alargarían el tiempo para la entrada a esos mercados.
Lo escribimos así porque últimos acontecimientos apuntan a que nada podría evitar que México se enfrente a esa realidad. No sólo es el huracán Trump que amenaza con endurecer la política comercial a México, sino que otros vientos tan fuertes como los de ese huracán empujan con igual propósito.
Doug Ford, primer ministro de Ontario (motor industrial de Canadá que concentra todo el sector del automóvil del país), ha pedido expulsar a México del T-MEX, en medio de una creciente tensión ante las declaraciones del presidente electo del país de las barras y estrellas, Donald Trump.
¿Su razón?: “Desde que firmó el T-MEC, México se ha convertido en una puerta trasera para que los automóviles, las piezas de automóviles y otros productos chinos ingresen a los mercados canadienses y estadounidenses, poniendo en riesgo los medios de vida de los trabajadores canadienses y estadounidenses, socavando a nuestras comunidades y causando un daño enorme a nuestro éxito económico compartido”.
Y ha dicho más: “Si México quiere un acuerdo de comercio bilateral con Canadá, que Dios les bendiga. Pero no voy a dejar que me hundan con estas importaciones baratas que se llevan empleos de hombres y mujeres de Ontario”.
El momento no puede ser más propicio para que los vientos que soplan contra México se tornen más amenazantes. Trump toma posición del cargo el 20 de enero y el Gobierno del primer ministro canadiense Justin Trudeau ya ha puesto en marcha la maquinaria para la revisión del tratado con México, que debería concluir en 2025.
Los procedimientos del tratado establecen que en julio de 2026, en el sexto aniversario de la entrada en vigor del T-MEC, la Comisión de Libre Comercio del mismo se reunirá para revisar el acuerdo y cualquier recomendación presentada por México, Estados Unidos o Canadá, y decidir sobre cualquier acción apropiada.