Antes de hablar de edema en cualquier parte del cuerpo hay que saber qué cantidad de agua tenemos y cómo está distribuida en el organismo.
“Una persona de 150 libras tiene entre 35 y 42 litros de agua, dependiendo si es mujer u hombre. Esto corresponde al 60 % del peso corporal total”, explica el médico internista Franklin Peña, quien además señala que dentro de las células y el espacio intracelular, está el 40 % del agua.
Peña dice que el espacio fuera de la célula -o extracelular- se divide en: el intravascular, con un 5 % de agua, y el intersticial, que está entre las células y las cavidades (como la abdominal, pleural, etc.) y tiene un 15 % de agua.
Él explica que “nuestros músculos son 73 % de agua y 27 % de proteínas, y debemos saber que los niños tienen más agua, mientras las personas obesas y los ancianos tienen menos”.
Pero ya entrando en el tema de los edemas, Franklin Peña indica que el edema (como se le llama cuando el cuerpo retiene líquido), es un signo causado por el aumento en la cantidad de líquido en el intersticio, “que como dijimos, está fuera de las células y de los vasos sanguíneos. Los líquidos en nuestro cuerpo están bajo el control de varias fuerzas”.
A finales del siglo XIX el fisiólogo inglés Ernest Starling, determinó las existencias de estas fuerzas. Una que mantiene los líquidos en su lugar, llamada oncótica (producida por el efecto de las proteínas) y otra que trata de sacarlos de su lugar, llamada hidrostática (producida por la fuerza del mismo líquido sobre las paredes del lugar donde está). “Un desequilibrio en alguna de estas fuerzas ocasiona edema”.
Causas. Las enfermedades que ocasionan déficit de proteínas, la desnutrición, trastornos renales como el síndrome nefrótico, la cirrosis hepática, etc. pueden causar edemas; también las enfermedades que ocasionan aumento de la presión hidrostática como la obstrucción de un vaso sanguíneo.
La cirrosis hepática no solo ocasiona edema por el déficit proteico, también el hígado cirrótico es un impedimento para la circulación y esto hace que salga líquido de los vasos sanguíneos que van hacia este órgano por aumento presión hidrostática.
“Una causa importante de edema es la insuficiencia cardiaca, condición en la que existe un trastorno en el corazón para movilizar la sangre; esto ocasiona sobrecarga de líquido y además los tejidos no se oxigenan bien, este último problema produce -a nivel renal y de otros órganos- la secreción de unas hormonas contribuyen a la producción de edema”, indica el especialista.
Peña dice que hay también enfermedades que dañan el vaso sanguíneo y producen que los líquidos salgan de estos, entre estas, las inflamatorias e infecciosas, las enfermedades del colágeno o autoinmunitaria como el lupus y la artritis reumatoide.
“También podemos mencionar el hipotiroidismo, que produce un edema (mixedema) por el que además de líquido, en las zonas afectadas hay otras sustancias”.
Otras causas. “Los pacientes con sobrepeso u obesidad pueden tener edemas en los miembros inferiores cuando permanecen mucho tiempo de pie, por aumento de la presión hidrostática”, dice Peña.
Además, informa que los traumas y/o cirugías que dañan el drenaje venoso y linfático producen edema.
También puede aparecer en los miembros superiores luego de la intervención quirúrgica por cáncer de mama, a causa del daño en el drenaje linfático.
“Las ya conocidas ineficiencias venosas, diagnóstico muy frecuente en los estudios de la circulación de los miembros inferiores, ocasionan edema por aumento de la presión hidrostática”.
Edemas por fármacos. El internista explica que algunos fármacos también pueden ocasionar edemas, entre ellos los antiinflamatorios no esteroides, los antihipertensivos, con los antagonistas de los canales del calcio y otros ya casi no usados y hormonas con estrógenos, progestágenos, esteroides anabólicos y glucocorticoides.
Existe además, edema premenstrual, secundario a la retención de agua y sodio que ocasiona la hiperestimulación estrogénica. “En los textos se describe una entidad llamada edema idiopático, que se ve mayormente en mujeres y puede ocasionar distensión abdominal”.
La localización del edema es importante. El edema en un brazo o pierna puede ser resultado de obstrucción venosa o linfática.
El edema por déficit de proteínas suele ser generalizado y ser más intenso en las mañanas, por la posición de decúbito que adoptamos al dormir.
El edema facial puede ser por alergias, triquinosis y mixedema.
El edema de la insuficiencia cardiaca es más importante en los miembros inferiores y mayor al final del día y en pacientes que permanecen mucho tiempo acostados el edema se produce en la parte baja de la espalda o región presacra.

Recomendaciones. Franklin Peña aconseja a todo paciente comunicarle a su médico la presencia del edema aunque sea incipiente, ya que puede ser el inicio de una enfermedad que puede ser controlada a tiempo.
“Existen todos los medios para hacer el diagnóstico del edema y aunque las causas ya sean conocidas, debe valorarse periódicamente ante la posibilidad de deterioro del mismo”, indica el doctor.