Aunque no lo crea una piel sana, como la suya, también puede tener puntos negros o comedones

Hasta en la piel más limpia y sana pueden aparecer ocasionalmente los puntos negros. Todas las personas han tenido más de alguno, ya que son comunes. Éstos son comedones abiertos, puntos oscuros que se forman cuando las secreciones sebáceas se mezclan con células muertas. Se ven negras porque son muy densas. Las pieles grasas los sufren aún en mayor medida, por lo que la prevención y una correcta limpieza son fundamentales para evitar su aparición y para eliminar los ya existentes.

¿Por qué se originan?
En la superficie de la piel desembocan dos tipos de glándulas: las sudoríparas, que vierten el sudor a través de un minúsculo orificio o poro, y las sebáceas, asociadas a un pelo, por donde sale la grasa natural a la superficie de la piel, cuyo orificio de salida es más grande, y al que también se conoce como poro. En las partes de la frente, nariz y barbilla el flujo sebáceo es más abundante, y los conductos filosebáceos acaban dilatándose.

Basta con apretarlos para observar como de ellos se extrae un poco de grasa. La cual no fluye y obstruye el proceso de renovación célula.

¿Cómo los puedo remover?
El momento más indicado para removerlos es después de un baño de vapor.

Cada tres días, haga un baño de vapor.

La humedad y el calor expanden suavemente el poro y sueltan la acumulación de grasa.

Antes de iniciar el baño de vapor, lave la piel con un jabón suave o exfoliante.

El dato

¿Qué hacer?

Existen tratamientos completos como: mascarillas purificantes que contienen ingredientes como el carbón activado, la arcilla o el caolín, que ayudan limpiar la suciedad acumulada en los poros.