¿Por qué se venden?

¿Por qué se venden?

Al final de la jornada, se venden. Pero a nadie engañan porque la gente no es tonta.a vocación por desdecirse y entrar en lo que el insigne Eisenhower llamó legado de cenizas alcanza ámbitos de la condición humana inimaginables. Se presume que en el inmenso mundo de las contradicciones, aquellos de menor formación, tienden a combinar sus equívocos con el irresistible interés de conectar sus inexactitudes al terreno de las ventajas económicas. Pero no es así.
Pedro González Blanco utilizó su talento para levantar el origen de los apellidos Molina- Chevalier en un libro titulado Genealogía de los Apellidos, haciéndose el gracioso de enlazar al tirano con la nobleza francesa. Leoncio Ramos, anduvo en la cresta de la respetabilidad por su postura indomable respecto de los intentos de extensión presidencial entre 1928-30, y cometió la locura de firmar una solicitud al Comité Nobel de Noruega para asignarle en 1936 el premio de la paz, al mismo personaje que un año después estimularía la matanza de haitianos. Fabio Mota, en un acto de falsificación de nuestros orígenes declaró que somos ancestralmente blancos. Víctor Garrido planteó modificar el patriciado nacional para incorporar a Trujillo y Santana. Y hasta el irrepetible Manuel del Cabral puso su nombre en un poema, ¨Un cuento para Angelita en el año del Benefactor, que revela la postración de un intelectual de sus condiciones frente al poder.
Esa adicción a conseguir la gracia de los que mandan daña a la gente, y profundiza la podredumbre de los que siempre quisieron transitar la ruta indecente y actúan descuidando cualquier gesto de prudencia. Neit Nivar Seijas le estrujaba a la sociedad su condición de dueño de Radio Clarín, Alas del Caribe y acciones en el hipódromo Perla Antillana. En la administración 1982-86, José Altagracia Micheleén no respetó ámbitos administrativos y pasó de ser un comerciante medio a zar del Inespre, con la falta de honorabilidad de que nunca enfrentó los procesos penales a los que se le sometió. Víctor Tio creyó que las tierras de Bienes Nacionales eran un patrimonio personal y terminó procesado en los tribunales. La entrevista realizada por Alicia Ortega al ingeniero Diandino Peña demostró una terrible triangulación entre sus empresas y la oficina gubernamental que dirigía. Miguel Vargas Maldonado siempre se sale con la “suya” porque utiliza el tinglado partidario para su protección. Eso sí, su nombre baila en todo: Tres Brazos, Banco Peravía, caso Marlín Martínez y en el acuerdo de los Tucanos y PGR, el nombre de Ysrael Abreu le pica cerca.
Lo que verdaderamente retrata todas las piruetas éticas de una altísima cantidad de ciudadanos muy propensos a venderse reside en que, en sociedades como la nuestra, el Estado es el generador por excelencia de las gracias financieras y bancarrota. De ahí la fascinación por andar cerca del ministro, no perder el afecto del mando militar, no molestar al jefe de gobierno con juicios sobre su gestión y recurrir a toda manifestación de lambisconería. A la administración del presidente Medina le vienen días de dificultad debido al fuego cruzado de la oposición y los enconos internos que, antes simulados, hoy no guardan relación con el PLD cerrado, discreto y con vocación de señalar esas faltas a las fuerzas adversas. Inclusive, los señalamientos de Fernando Fernández demuestran como las hachas se están afilando hacia figuras de primera línea del gobierno que podrían constituirse en referentes de persecución judicial de un nuevo gobierno.
Lo lamentable es que pocos se resisten. Apuestan a la velocidad, no saben esperar y cambian una conexión infame con el presupuesto nacional por el respeto y la distinción de la ciudadanía que conoce perfectamente los “cambios” bruscos en posturas, juicios y valoraciones. Al final de la jornada, se venden. Pero a nadie engañan porque la gente no es tonta.

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