En una de las coyunturas más significativas para la democracia, donde por el voto se fortalece la opción más auténtica contra la corrupción, es decisivo tomar en serio las riendas del Congreso Nacional.
Basta de promover “borrones y cuentas nuevas”. Que cese el aprobar leyes sin su debida lectura. Que pause la retórica de legisladores “proyectistas” sin propuestas. De esos vestidos con pantalones tubitos, corbatas multicolores y mascotas al cinto.
Llegó el momento de profundizar transformaciones en el Congreso Nacional, más que en su edificio sede, en el ejercicio congresual propiamente dicho.
En los debates del Consejo de Santo Domingo y ANJE, vimos y veremos una pasarela de algunas opciones plausibles y otras muy disparatadas.
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En este contexto, redes virtuales aviesas y coros infames replicados en medios, recelan de Guillermo Moreno y otros nuevos candidatos. Se inquietan por varios senadores que de seguro serán la némesis apropiada y definitiva contra la corrupción pública.
Se teme, entre otros factores, por los riesgos de propiedades mal habidas que serán objeto de aplicación de la Ley 340-22 de Extinción de Dominio.
Guillermo Moreno será uno de estos legisladores en serio, que utilizarán la representación, fiscalización y legislación como instrumentos para robustecer la transparencia. Llegan en momento pertinente. En el mejor espacio institucional para vigorizar la gestión efectiva de representar, controlar poderes públicos y legislar en congresos abiertos.
Se exige senadores que fiscalicen desde el Congreso la efectiva extinción de propiedad de falsos dueños de cientos de miles de millones de pesos, saqueados al Estado vía el latrocinio, colusión de malhechores, fraude y pillaje. Debe reingresar al Estado, el capital monetario extraído y desfalcado de los impuestos que responsablemente solventan los dominicanos.
La Ley 340-22 reguladora de la extinción de dominio de bienes ilícitos entraba en vigencia 12 meses a partir de la fecha de su publicación el 28 de julio del año 2022. Está pendiente su estricta aplicación.
Se impone fiscalizar si ha sucedido la necesaria habilitación presupuestaria de apoyo a esta ley.
Igualmente, si aconteció la adecuación de tribunales, capacitación y especialización de personal, así como la debida educación ciudadana, al respecto.
Guillermo Moreno en la senaduría del Distrito Nacional es una de las mejores soluciones éticas y legislativas por su elevado expertis académico. Hijo de Juan Isidro, insobornable secretario del Concejo de Regidores de Santiago por 20 años y nieto de Domingo Moreno Jimenes, poeta apóstol y padre del postumismo.
Senadores en serio electos garantizan que la transparencia, lucha contra la corrupción y persecución de la impunidad, lleguen para quedarse.