¿Por qué suben los fármacos?

¿Por qué suben los fármacos?

En momentos en que el abaratamiento del petróleo ha hecho descender los costos industriales a nivel mundial, en nuestro país se producen alzas de hasta un 100% en los precios de los medicamentos. No hay causa que justifique esta barbaridad, que está perjudicando el bolsillo de los pacientes y los intereses de las ARS y las clínicas privadas. En el caso de los pacientes, sobre todo los que padecen enfermedades crónicas, esta alza disminuye su poder adquisitivo pues la seguridad social apenas cubre RD$3,000 al año por concepto de fármacos. Las medicinas están exentas del pago del ITBIS, y por lo tanto, no se puede alegar que el alza de este impuesto esté influyendo en sus precios en el mercado local.

Las alzas de precios, de entre 50% y 100%, afectan principalmente los medicamentos importados, según datos obtenidos por este diario entre farmacéuticos consultados. Las autoridades locales, particularmente el Instituto de Protección del Consumidor y Usuario y el Ministerio de Salud Pública, están en el deber de salirle al frente a estas alzas, que parecen responder más a una ola especulativa que a razones de costos. El aumento es transferido a los pacientes, que tienen que pagar más caro para adquirir fórmulas para hipertensión arterial, trastornos renales y otros de uso masivo y frecuente. Hay que desmontar el alza de todo producto medicinal cuyo precio haya sido inflado sin justificación.

MÁS EMPLEOS Y MEJORES SALARIOS 

El salario promedio en este país no alcanza ni siquiera para cubrir el costo de la canasta familiar del primer quintil, y el sostenido crecimiento económico no genera empleos de calidad en la proporción que corresponde. De esa realidad están convencidos Gobierno y sector empresarial. El Banco Central, nada menos, reitera su advertencia de que para que el crecimiento de la economía produzca mejoría sustentable de los indicadores sociales, es necesario generar empleo y a la vez aumentar los salarios públicos y privados.

Un crecimiento económico que no impacta en el empleo formal ni en el desarrollo humano, es un factor de inequidad en beneficio de unos pocos. La generación de plazas de trabajo y la mejora general de la remuneración son necesidades que reclaman soluciones inaplazables.

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