El merengue se considera parte integrante de la identidad nacional del pueblo dominicano, y desempeña un papel activo en numerosos ámbitos de la vida diaria de la población: la educación, las reuniones sociales y amistosas, los acontecimientos festivos e incluso las campañas políticas electorales.
Es por esta razón, que el 26 de noviembre de 2005, esta práctica cultural que se festeja en diversas ciudades del país, obtuvo un reconocimiento público con la publicación del decreto presidencial 619-05, por el que se proclamó el Día Nacional del Merengue.
El merengue se baila en pareja, acompañado de coqueteos y movimientos sensuales de los bailarines que giran al compás de la música interpretada con acordeones, tambores y saxofones, entre otros instrumentos.
La cuna del merengue se sitúa en el norte de la República Dominicana y su zona de influencia abarca la región del Caribe, así como Puerto Rico y los Estados Unidos. También es muy popular en otros países de Centroamérica y América Latina, especialmente en Colombia y Venezuela.
Apropósito de que hoy se celebra el Día Nacional del Merengue, género musical declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO hace 4 años, emblemáticas figuras como Milly Quezada o Pochy familia, José Virgilio Peña Suazo y Eddy Herrera, abordan la situación que atraviesa la música que les ha permitido ganar fama, fortuna y también desvelo.
Para Pochy familia “los músicos de todas partes del mundo están atravesando la peor crisis de la historia” y los cantantes también, por lo que no le parece justo que otros sectores violen los protocolos de salud y que no reciban ningún tipo de consecuencia.
Cita el caso de políticos y empresarios que socializan con cúmulos de personas y no reciben ningún tipo de sanción, cuando con la industria de la música intenta hacerlo “viene la represalia policial”.