La eliminación de las exenciones del ITBIS podría estar acompañada por una reducción de la tasa unificada.
El Gobierno tiene muchos apremios por recaudar más.
Los déficit fiscales que arrastra y que lo obligan a endeudarse más de lo que aconseja el rigor de las mejores prácticas, así lo imponen.
Y el país debe ser comprensivo ante estos apremios que, sin embargo, no deben llevarnos a transitar el camino de lo más fácil, renunciando al objetivo de hacer menos regresivo a nuestro sistema tributario.
Particularmente, lo que se haga con el ITBIS, o el renombrado IVA, que es el impuesto que más aporta al fisco y hace regresiva la estructura impositiva del país, debe ser bien pensado.
Es cierto que la unificación de la tasa y la eliminación de la mayoría de las exenciones, podrían hacer más eficiente la administración de este impuesto.
Pero el que la República Dominicana tenga la tercera mayor tasa de América Latina y el Caribe (de 18%) y que cuente con niveles salariales más bajos que el promedio de la región (15.2%), son realidades que debiéramos tomar como un llamado para que hagamos que la eliminación de las exenciones esté acompañada por una reducción de la tasa unificada.
Esto podría hacerse sin sacrificar la meta de recaudación si logramos una fórmula que produzca una mayor recaudación tanto por la incorporación de nuevos productos y servicios al pago del gravamen como por la reducción de la evasión (la evasión del ITBIS está estimada en 43.6 por ciento).
Y así lograríamos, además, que baje la competencia desleal que hacen los evasores a quienes cumplen. De esta manera podríamos lograr una reforma del IVA con apoyo público.