En esta época en que los niños están de vacaciones, es ocasión propicia para realizarles un chequeo médico rutinario, una práctica preventiva que garantiza una mejor salud para sus  hijos. Dentro de estas visitas médicas no puede dejar fuera al odontólogo, pues, los dientes constituyen una parte muy delicada del cuerpo: luego de la segunda dentición son irremplazables, y la falta de cuidado puede acarrear otras complicaciones.

Pero cuando se trata de visitar al odontólogo, muchos niños presentan un temor que los padres no saben cómo manejar. En búsqueda de respuestas, ¡Vivir! consultó al especialista Luis Rafael Serret, quien aporta luz a este tema poco debatido.

¿Por qué los niños sienten miedo al dentista? Serret nos explica que el temor de los niños no es sólo con los odontólogos, sino también con otros médicos. “El miedo o fobia al dentista se relaciona directamente al estrés que produce asistir a cualquier médico cuando se requiere tratar o prevenir algún mal de nuestra salud integra”, comenta.

Explica Serret que al utilizar los tradicionales atuendos médicos (bata blanca, guantes mascarillas…) los niños lo relacionan con el pediatra, quien es el protagonista del recuerdo infantil de las dolorosas   inyecciones de vacunas.

Este miedo puede agudizarse aún más cuando es necesario practicar la odontología curativa, que requiere de una intervención más profunda luego de un precario cuidado de la cavidad bucal.

Serret señala demás, que al practicar la odontología curativa las visitas al consultorio son más frecuentes por lo que el niño tiende a resistirse con llantos y poca cooperación. En algunos casos más drásticos, los niños pueden reflejar náuseas, dolor de estómago, temblores y vómitos.

Otro factor que influye, según explica el experto, es la costumbre de los padres a asustar a los niños con expresiones como “le voy a decir al dentista que te puye si no te comportas”.

La persona idónea para tratar al pequeño paciente es el odontopediatra, quien aplica  conocimientos de psicología esenciales en estos casos. Además, la colaboración de los padres es determinante.

Qué hacer

Serret aconseja que los padres deben convencer a los hijos de que los doctores, en general, nunca les harán daño, y recomienda llevarlos periódicamente a chequeos preventivos, para evitar que sus dientes se dañen y el proceso sea más traumático.   

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No tranquilizantes

El doctor Luis Serret dice no estar de acuerdo en la administración de medicamentos para contrarrestar la fobia al dentista. “He tenido  muy buenas experiencias conversando con el paciente antes de iniciar el tratamiento odontologico. Cabe mencionar que en los  pacientes Dentofobianos las primeras consultas dentales se basan principalmente en lograr su  tranquilidad  y así poco a poco nos vamos ganando su amistad y su confianza.