Facilitar desarrollo es generar capacidades para bienestar, libertad y felicidad
A finales de este año, Santiago pondrá en valor la segunda edición del Plan Estratégico 2030. Tres son los pilares que fundamentan esta decisión de la Junta de Directores del Consejo para el Desarrollo Estratégico (CDES). Órgano de carácter público y privado, presidido por el humanista, munícipe responsable y empresario de tradición Ricardo Fondeur.
Un espacio institucional de gobernanza con participación de Abel Martínez, alcalde y secretario general del CDES; Rosa Santos, gobernadora; Eduardo Estrella, senador y 14 ejecutivos, representantes de 73 sectores sociales de la ciudad del Yaque. organizados en cuatro ejes que convocan 305 entidades sociales.
El primer pilar que condiciona esta segunda edición es la pandemia de covid-19. La primera edición se hizo cuando las noticias apenas surgían desde la ciudad de Wuhan, China. Ni los catastrofistas más atemorizantes previeron la tragedia que vino después. Este flagelo universal cambió el modo de vida de los habitantes del mundo; trastocó su relacionamiento social, cultura y reproducción económica.
Por diversas razones se esperan nuevas pandemias. La manipulación genética está socializada. Igualmente, aumentan microbios zoonóticos con capacidad de saltar de los animales a los seres humanos. La interacción entre personas, ganado, fauna y flora silvestres, provocará la aparición de más patógenos con los que no estamos familiarizados. Estamos en el “Antropoceno”, época “glacial” donde solo los humanos tienen en sus manos el destino del planeta Tierra.
El segundo pilar para este segundo Santiago 2030 es la necesidad de fortalecer el carácter metropolitano del plan estratégico territorial. Estamos ante una agenda oficial aprobada por los 41 regidores del Ayuntamiento de Santiago, vía Ordenanza 3251-19. Es decir, se dispuso incluir proyectos e iniciativas presentadas por cincos distritos municipales de Santiago y los cinco municipios colindantes.
El distrito municipal Santiago Oeste, ubicado en el curso hidrográfico del río Yaque. Igualmente, San Francisco de Jacagua, circunscripción que besa la falda del pico Diego de Ocampo y la cordillera Septentrional. También, Pedro García, ubicado en la ladera norte de este sistema montañoso donde nacen los ríos Yásica y Bajabonico.
Asimismo, los distritos municipales Hato del Yaque y La Canela, situados en la cuenca suroeste del río Yaque. Todos son territorios del municipio de Santiago. Similar inclusión de ordenamiento territorial tendremos con Navarrete, Villa González, Tamboril, Licey y Puñal, jurisdicciones contiguas a Santiago.
Finalmente, el tercer pilar es la gobernanza y gobernabilidad. Conocemos que más del 40% de las entidades públicas, sociales y privadas que participaron en la primera edición tienen nuevos representantes institucionales que ya se han incluido en la trama de la arquitectura organizacional del desarrollo sostenible de Santiago. Como evangeliza Amartya Sen, facilitar desarrollo es generar capacidades para el bienestar, la libertad y la felicidad.
El primer pilar que condiciona esta segunda edición es la pandemia de covid-19